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Todo transcurría normal la mañana de este domingo 19 de septiembre, pero de pronto vino la llamada de un amigo informándome que Augusto Ayala Calero, había fallecido y transcurrieron algunos segundos cuando llegó la confirmación de la triste noticia.
Augusto, hilvanó su camino como hijo, padre, abuelo, político y empresario. Las circunstancias de la vida no fueron obstáculo para quedarse sentado, siempre buscó la forma de salir adelante.
Fue candidato a alcalde Augusto, ganó las elecciones municipales del 2007. Después de conocerse los resultados anocheció como edil electo y amaneció como concejal, pero jamás despotricó en contra de sus rivales políticos y hasta el último día de su vida terrenal mantuvo firme de sus ideales.
Ayala como le decían sus amigos y la ciudadanía, saludaba a quien le extendía su mano y recomendaba a los que le solicitaban una carta para aspirar a un empleo. En julio de este año hizo un intento por activar su taller y rentó un local que estaba del monumento de la ganadería media cuadra al este en Juigalpa.
Algunos analistas políticos, decían que la mejor carta que tenía la oposición en Juigalpa para alcalde o diputado por Chontales, era Augusto Ayala Calero, quien se había retirado de la vida política, pero se identificaba como PLC y los problemas recientes del partido le molestaban.
Augusto fue un caballero de la política y se retiró cuando tenía que hacerlo, posterior, se dedicó a trabajar por su cuenta, atendió a su madre hasta el último día de vida y luego, le tocó su partida a la casa de nuestro padre celestial.