Párroco de Cuapa llama a la feligresía a acatar el comunicado de la Diócesis de Juigalpa.

Por Marvin Miranda.
Punto Noticioso.Com
“No se pueden contradecir las decisiones que toma la Conferencia Episcopal de Nicaragua y es una determinación a nivel de nuestra provincia eclesiástica y Cuapa no es la excepción, sobre todo con un evento de la magnitud del 8 de mayo donde se reúnen más de 20 mil personas. Entonces no es de extrañarse o asombrarse que esa celebración se suspendiera”, dijo el padre Almer Moncada, rector del Santuario Diocesano de Cuapa.

Admitió el sacerdote, la existencia de desinformación por parte de los tomadores de decisiones y eso implica, que la población en general debe tomar medidas y la iglesia lo hizo desde la llegada de la pandemia a nuestro país, adoptando la suspensión de las actividades que se desarrollan durante la semana santa.

Se le preguntó al padre Almer ¿No temen que ocurra lo mismo que pasó en el santuario de Jesús del Rescate? Y luego respondió: “El verdadero católico tiene sentido de iglesia y no es cuestión que solo vayan como súbitos a hacer caso omiso a la decisión de la iglesia, porque sabe el católico maduro que la voz de la iglesia es la voz de Dios”.

Pese a que se prohibió este año el peregrinaje al Santuario de Jesús del Rescate en Rivas, pues algunas personas hicieron el acostumbrado recorrido aduciendo que eran fieles devotos, al final se les abrió el santuario “pagaron sus promesas” sin la presencia de su rector monseñor Marcial Guzmán.

Confirmó Moncada, que una vez publicado el comunicado de la Conferencia Episcopal los fieles católicos han acatado cada una de las recomendaciones. “El santuario está abierto siempre y todos sabemos que es un campo abierto. Muchas personas han llegado rezan el rosario o hacen sus oraciones y se van, evitando la aglomeración”.

De acuerdo al comunicado firmado por monseñor Paul Antonio Oporta Rodríguez, administrador de la Diócesis de Juigalpa, señala que la celebración del 8 de mayo, se pospone para el 13 de octubre del corriente, día en que se festeja la última aparición de la Virgen y en esa oportunidad visitará el santuario, si Dios lo permite, la imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima.

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