Un 17 de julio, hace 39 años, el dictador Anastasio Somoza Debayle abandonó Nicaragua, 24 días después que la Organización de Estados Americanos (OEA) declaró a su gobierno como “carente de legitimidad” y sugirió su reemplazo inmediato y definitivo.
Ese día, el 17 de julio de 1979, Somoza renunció a la Presidencia y huyó del país con destino a Miami, Estados Unidos, junto a sus familiares en un avión privado, según los registros históricos.
Dos días después, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) celebraba el triunfo de la Revolución por la “caída” de la dictadura con 40 años en el poder.
La OEA aprobó el 23 de junio de 1979 la resolución en la que se declaró al régimen somocista como “carente de legitimidad”, lo que ocurría por primera vez en la historia de la institución. Los motivos fueron las violaciones a derechos humanos en contra de la población nicaragüense y por considerarlo como una amenaza para la paz de toda la región. El organismo pidió también la celebración de elecciones anticipadas en el país.
Según el archivo de la OEA, los países miembros consideraron en la resolución que los nicaragüenses estaban sufriendo “los horrores de una cruenta lucha armada que está causando inmensos sufrimientos y pérdidas de vidas y ha llevado al país a una grave convulsión política, social y económica”.
“La resolución, que parte de considerar a Somoza como el principal causante de los problemas de Nicaragua, puede suponer un giro político radical a la evolución del conflicto bélico nicaragüense, ya que es la primera vez que la OEA condena abiertamente al régimen de Somoza”, informó entonces el diario español El País.