Tomado del Diario La Prensa.
Aunque el Gobierno de Nicaragua mandó a la Policía Nacional y sus paramilitares a desalojar a balazos a los estudiantes que se tomaron las universidades, ahora los jóvenes se han declarado en rebeldía académica como una forma de seguir la protesta, ya que consideran que la esencia de la universidad son los estudiantes y no los edificios.
Los primeros en rebelarse fueron los miembros del Movimiento por la Autonomía Universitaria, de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), quienes el pasado 14 de julio tras el ataque a la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), adoptaron esta medida en solidaridad con sus homólogos de la UNAN e instaron a otros estudiantes a hacer lo propio.
“Nos declaramos en desobediencia estudiantil académica, de manera voluntaria…También rechazamos la calendarización de una próxima reintegración a cualquier modalidad de clases. Esto debido a la incapacidad de esta institución de respetar y salvaguardar nuestra integridad física y mental, la libertad de expresión, la Autonomía Universitaria y más importante aún, nuestro derecho a vivir”, dice el comunicado de los estudiantes.
También los alumnos de medicina de la Universidad Católica de Nicaragua (UNICA) anunciaron que no regresaran a las aulas de clases en solidaridad con los estudiantes de la UNAN y por considerar que los jóvenes están en riesgo en Nicaragua.
“Hemos consensuado no integrarnos a las aulas de clases… porque estamos seguros que es un peligro inminente que corremos como jóvenes y universitarios, agregándole el respeto al luto de los estudiantes, no podemos seguir con normalidad el calendario que se nos solicita. Invitamos a la Universidad Católica que valore esta decisión en pro de salvaguardar la vida de los estudiantes”, señalaron los jóvenes.