Tras dominar el marcador durante ocho entradas, cambiando la desventaja inicial de una carrera por un marcador favorable de 3-1 en el propio primer tercio de juego, Nicaragua permitió que Venezuela empatara la pizarra en el noveno inning, por lo cual tuvo que jugar un episodio extra y valerse de la regla de “muerte súbita” para imponerse con score de 5-4 a un equipo venezolano que vendió cara su derrota y que supo batallar hasta el último instante de un partido que finalizó de forma dramática.
Fue exhibiendo un bateo suelto, capaz de aparecer en los momentos justos para cambiar el resultado, que la selección nacional puso fin a su mala racha y mejoró su balance a una victoria con dos derrotas, recuperando la confianza de cara a su duelo de mañana ante República Dominicana.
El primer impacto del juego lo provocó la presencia del experimentado zurdo Elvin García como el abridor, sorprendió sobre todo porque se pensaba que Fidencio Flores era el tercero en la rotación de Julio Sánchez. Ya puesto en la colina y quizá un poco nervioso por la responsabilidad de guiar a su equipo hacia la victoria, Elvin flaqueó en el primer inning y víctima de los imparables de Júnior Sosa y Carlos Colmenares empezó perdiendo 1-0.
No obstante, en un llamativo enderezamiento, el tirador nicaragüense silenció a la artillería venezolana y tras cinco episodios en los que admitió siete imparables, abandonó el montículo dejando el partido ganado 3-1 y consciente de que había cumplido su misión.
Con Elvin respondiendo a las exigencias, el resto quedaba en manos de la ofensiva, algo no tan esperanzador por lo apagado que habían lucido los bateadores nicas en los dos partidos anteriores. Sin embargo, en un bravo resurgir, descifraron al abridor de Venezuela, Anthonny Ortega, y con un ataque de tres carreras se adelantaron en la pizarra.
Renato Morales inició la rebelión con un sencillo al jardín central, le siguió Janior Montes con un toque de sacrificio, luego Dwight Britton negoció una base por bolas y tras el ponche recibido por Benjamín Alegría, Norlando Valle conectó un cañonazo que empató el juego. Acto seguido, el siempre oportuno Javier Robles ligó un doble limpia bases que sirvió para darle ventaja a Nicaragua por primera vez en tres juegos en Barranquilla.