Tomado del Diario La Prensa.
“Es imposible calcular el número de campesinos desplazados o que han tenido que huir hacia otros países debido a la persecución”, afirmó Freddy Navas, del Movimiento Campesino, quien aseguró que tampoco conocen la cifra precisa de campesinos apresados.
La represión la sufrió el campesinado con mayor furia una vez que fueron desmantelados los tranques y esto se dio más que todo en la ruta canalera y en el norte del país, y empezó el 13 de julio en Juigalpa.
Navas dice que tampoco es posible calcular la cantidad de campesinos presos sobre todo en poblados de Chontales en adelante, donde asegura que en la persecución de los campesinos ha participado el Ejército junto a la Policía donde han incursionado a sus territorios y “ha hecho cacería de campesinos”.
Aunque él hace estimaciones de 300, entre los que menciona dos pastores evangélicos. Esto es negado por el vocero del Ejército de Nicaragua, coronel Manuel Guevara. “Lo informado a usted es falso, o que estamos cumpliendo es lo que hemos informado en diferentes momentos y el despliegue es el normal”, se limitó a alegar el vocero militar.
No obstante, Navas aseguró que lo que pasa en el campo de Nicaragua es poco lo que se conoce, porque a su criterio ni las organizaciones de derechos humanos ni los periodistas independientes pueden viajar a esas zonas a corroborar lo que allí sucede.
Después que se levantaron los tranques “comenzó la otra cacería”, reitera Navas. Y de eso no se sabe porque no hay acceso, “en el caso de ustedes (periodistas) si van allá a buscar información van a salir, robados, manoseados, torturados y golpeados y ojalá que no desaparecidos (…) usted puede entrar pero no puede salir, si no hagan la prueba y verán”, advirtió Navas.
Y los heridos que resultaron durante desalojo de los tranques “no han tenido acceso de ir a los hospitales porque de dos a tres, cuatro que han ido al hospital de Juigalpa, a los dos días (…) aparecen muertos, pese a que fueron con balazos en las piernas, y aparecen muertos”.