La amenaza de López Obrador de recortar sueldos genera molestias al interior de la Administración.

Tomado del País.
Golpe al corazón de la Administración mexicana. Así han descrito algunos funcionarios la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador de recortar los salarios de los altos funcionarios para hacer frente a la epidemia del coronavirus. La decisión del mandatario fuerza a la desaparición de 10 subsecretarías y despoja de aguinaldos y hasta el 25% del sueldo a cerca de 20.000 trabajadores, principalmente mandos medios y superiores, durante 2020.

La proposición ha sido repudiada en las oficinas gubernamentales según cinco versiones recogidas por este diario en los ministerios de Cultura, Trabajo, Hacienda y Relaciones Exteriores. La medida se embarca además en una nueva aventura legislativa que promete convertirse en la penúltima batalla entre la fuerza mayoritaria de Morena y la oposición, que acusa al presidente de intentar pasar una norma que fortalece aún más su poder en la asignación del presupuesto.

“Cada vez es más difícil. El anuncio se recibió fatal», indica una funcionaria dentro de la Secretaría de Hacienda, que accede a hablar bajo condición de anonimato como el resto de fuentes consultadas. El presidente confirmó la medida el miércoles 22 de abril. El anuncio causó sorpresa y generó malestar. López Obrador había evitado adoptar medidas contracíclicas para enfrentar la crisis económica provocada por el coronavirus.

Sus funcionarios, quienes ya viven condiciones austeras, no imaginaron ser sacrificados en medio de la emergencia para que el Ejecutivo se haga con unos 3.500 millones de pesos extras para resistir el temporal, unos 144 millones de dólares. “Estos recortes se suman a importantes recortes previos… Ya pasaron la epidermis y el músculo. Están llegando al hueso”, indica otro empleado de una dirección de la cancillería. “Estamos muy desmoralizados”, añade.

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