Tomado de Trinchera de la Noticia.
Fotografías de la líder juvenil Zayda Hernández, sumamente demacrada, grandes ojeras, señales de desvelo, marcas en sus manos y pies atados con plástico, circularon anoche en las redes sociales, tras conocerse que había sido abandonada por sus captores en los predios de la Catedral de Managua.
La joven sería sometida a un examen médico para determinar su condición. La joven fue recibida por los sacerdotes y religiosas de la Catedral Metropolitana en donde le dieron las primeras atenciones. Ella ofreció desde allí sus primeras declaraciones.
El gobierno negó haberla secuestrado o detenido y dijo ser víctima de una «campaña difamatoria» para culparlos de un «falso positivo», en este caso, el secuestro de Hernández, más las torturas y lesiones recibidas. Según el texto de Cancillería, «esta nueva y nada original campaña difamatoria» busca «alentar reacciones negativas en contra de Nicaragua y del interés supremo de las familias nicaragüenses».
A su vez un comunicado de la Policía dice: «Se acaban de conocer declaraciones brindadas por una señora que dijo haber sido secuestrada y golpeada. La Policía Nacional, cumpliendo con sus funciones establecidas en la Ley 872, Ley de la Policía Nacional, invita a esa persona a interponer su formal denuncia ante esta autoridad y realizar también su declaración formal que permita iniciar las investigaciones pertinentes».