Tomado del Diario La Prensa.
Las invasiones de propiedades privadas se han multiplicado con rapidez durante los últimos días en diferentes departamentos de Nicaragua, incluyendo Managua. Los afectados denuncian que los toma tierras están aprovechando la crisis sociopolítica y la decisión de la Policía Nacional de no acudir a atender tales actos ilegales, situación que agrava la inseguridad jurídica en el país.
La invasión va acompañada de destrucción de cercos, tala de árboles y saqueos en las propiedades privadas. Los departamentos más afectados son Chinandega, León, Managua, Rivas y Estelí, donde han invadido fincas enteras y las han lotificado.
Entre los municipios más afectados en Chinandega están El Viejo, Villanueva, El Realejo y Chichigalpa. Las zonas tomadas en su mayoría son minería artesanal, fincas lecheras, tierras agrícolas, antiguas desmotadoras y campos de beisbol.
Una de las 18 propiedades invadidas en Chinandega fue la Industria de Alimentos San Miguel, ubicada en la salida de El Viejo, donde los toma tierras destruyeron motores y tolvas, denunció Óscar González, administrador de dicha empresa.
Por su parte, en Managua este martes pobladores de zonas marginales de la capital invadieron tierras situadas a la orilla de la Pista Suburbana, en el kilómetro ocho de la Carretera Sur, hacia el monumento del barrio Memorial Sandino. En el sitio, se puede observar a mujeres y hombres con machetes cortando monte y ramas de árboles para lotificar el terreno.
La invasión de propiedades en esa zona de Managua inició el 18 de junio en la comunidad conocida como San Patricio, en un remanente de tierra que está contiguo a la iglesia del mismo nombre. Parte de esa propiedad es reclamada por las Misioneras Catequistas Lumen Christi, aunque los invasores aducen que no están tocando las tierras de las religiosas y por eso están cercadas.
Además, Sergio Torres Cruz afirmó ser el dueño de unas 25 manzanas de tierras en la comunidad San Patricio, sobre la Pista Suburbana, por ser heredero de Humberto Torres Molina. Dijo que no se meterá a problemas con las más de ochenta familias que invadieron, porque es el Gobierno quien debe resolver e indemnizarlo.
Kelly Gutiérrez, una de las mujeres que fue a tomar un lote de diez por veinte varas cuadradas en el lugar, afirmó que ella se enteró que estaban lotificando el lugar por una vecina en la comarca Pochocuape y decidió ir porque vive “arrimada con su familia”, donde su mamá, y era una oportunidad de conseguir un terreno.