La doctora Ingrid Conrado Montiel, llegó a la parroquia a entregarle a los fieles alimentos y esta actividad es parte de su promesa que año con año dedica a la Emperatriz de América.
Juigalpa-Chontales: La parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, de Juigalpa, un año más lució pequeña ante el incremento de la feligresía que se hizo presente este 12 de diciembre para pagarle a la Emperatriz de América, sus promesas por favores recibidos. Otros llegaron a compartir alimentos y regalos con la feligresía asistente.
Fue monseñor Marcial Humberto Guzmán Saballos, Obispo de la Diócesis de Juigalpa, quien presidió la solemnidad, junto a los sacerdotes de las parroquias que integran la zona número 01. Asimismo, felicitaron a los clérigos Jairo de Jesús Mejía Rodríguez, que cumplió 25 años de vida sacerdotal y Luis Zavala, que llegó a sus 28 años de vida consagrada.
Debemos mantener la fe en La Virgen María
Durante la homilía el jerarca católico, les aclaró a los presentes, que La Virgen no es Dios, pero es una fiel servidora y por eso, los exhortó a no dudar de la fe. “Debemos mantener la misma fe de La Virgen María que traer en sus entrañas a un pueblo sediento de Dios y en ese lazo negro de sufrimiento, viene la casa de Dios”, dijo el obispo de la Diócesis de Juigalpa.
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Pidió monseñor Marcial Humberto, que cada uno de los fieles católicos, tengan a La Virgen María como madre. “Para que en nuestras preocupaciones y en nuestras dificultades podamos recurrir a La Virgen y estemos como los niños que no tienen miedo cuando están en los brazos de su madre”, expresó el líder religioso.
Lleva 20 años recibiendo milagros
La doctora Ingrid Conrado Montiel, es una fiel devota de La Virgen de Guadalupe y lleva 20 años repartiendo alimentos entre la feligresía que asiste a la solemnidad de la Emperatriz de América, fruto de su trabajo y la salud que a lo largo de 12 meses le regala “nuestro señor Jesucristo”.
“Soy fiel creyente en La Virgen María en la advocación de nuestra señora de Guadalupe y por eso, estoy aquí frente a la parroquia entregándole alimentos a la feligresía. He traído alimentos para 700 personas con sus respectivos refrescos, además, quien quiera llevar a su casa puede pedir”, manifestó la doctora Conrado Montiel.
La catequista de bautismo, Tania Contreras, afirma, que la homilía fue emocionante porque ahora la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe tiene nuevos ministros de comunión y lectores. Eso indica, que han experimentado un crecimiento en fe y esperanza, gracias a las oraciones de la feligresía.
“En realidad desde la vigilia la población se desbordó en nuestra parroquia. Bendito sea Dios que entre nosotros está creciendo la fe y la oración, además, muchas personas del centro de la ciudad han llegado a compartir un poco de lo que La Virgen les a otorgado a lo largo del año. Se desbordan en fe y dando de lo que tienen”, concluyó Contreras.