Activistas llevaban agua a la iglesia San Miguel y ahora los acusan de terroristas.

Tomado de Vos TV.
La Policía Nacional de Nicaragua acusó formalmente a las 16 personas que fueron detenidas la semana pasada cuando intentaban llevar víveres a la iglesia San Miguel en Masaya, donde un grupo de madres de presos políticos se encuentran en huelga de hambre en demanda de la liberación de sus hijos.

La policía también acusó a otras cuatro personas, una de ellas había sido reportada como desaparecida por sus familiares. Según la Policía, las personas detenidas “tenían planificado seguir realizando actos terroristas contra la policía y edificios de las alcaldías” en diferentes departamentos del país.

La Policía asegura que algunas de las personas detenidas tienen antecedentes por portación ilegal de armas, crimen organizado y terrorismo. De acuerdo con las autoridades, al momento de la detención a las personas se les encontró dos bombas molotov, una escopeta, tres revolver, cuatro armas de fuego artesanales, tres automóviles y una camioneta.

Entre los detenidos están varios miembros de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNABI) y la excarcelada Amaya Coppens, quien había salido en libertad bajo la ley de Amnistía. Familiares de las personas detenidas se trasladaron a los Jugados de Managua, donde este lunes se realizará la audiencia preliminar tras ser acusados formalmente por parte de la Policía.

«Su delito fue la solidaridad de llevar agua a madres sedientas, que lo único que están haciendo es usar su derecho a la protesta mediante una huelga», expresó, Andrés Busting, padre del detenido Roberto Busting.

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