Por Mayra Mercedes Suárez.
Punto Noticioso.Com
Dos fechas importantes resaltan en los primeros días de noviembre, la celebración de los Santos y el Día de los Difuntos, un acontecimiento que mueve a la mayoría de población de distintos credos religiosos, pero es importante saber sus fundamentos y porqué están importante en la vida espiritual de los vivos, el porqué de las flores y las visitas a los cementerios.
Según la explicación de Fray Fabián Mejía, de la parroquia San Francisco de Asís, muchos viven esta fecha como tradición, pero es un dogma de fe el creer en la resurrección de los muertos y la vida eterna, presente en el Credo de los Apóstoles, tiene siglos de existir y hasta es bíblico. Para corroborarlo citó versículos del libro segundo de los Macabeos de las Sagradas Escrituras, en las que se narra las primeras oraciones hacia Dios por la expiación de los pecados de los muertos.
“Este texto también habla de la fe, que todo no acaba en la muerte, de las promesas de Dios. Las oraciones que se realizan a orillas de las tumbas o en las eucaristías que se acostumbran hacer ese día, son súplicas por las almas de los seres queridos, son una muestra visible de nuestro afecto y de la espera de la vida eterna que se nos prometió”, explica el religioso.
Fray Fabián también menciona que ese dogma tomó mas sentido con la muerte y resurrección de Jesús, además que es importante transmitirla de generación en generación, así nuestros niños y jóvenes no solo lo hagan porque hay que ir al cementerio los 2 de noviembre, más bien porque tenemos la convicción que ellos pasaron a otro plano de vida.
“Los que estamos en este mundo somos la iglesia militante (que camina) y tenemos a los triunfantes (nuestros difuntos); lo bueno de esto es que de todas las religiones tenemos algo en común: oramos o se realizan cultos a los que ya han muerto. Otros por su parte dicen que los muertos, muertos están y que para qué arreglar sus tumbas, llevarles flores o anotar una intención de misa y lo importante es lo que hicieron en vida, pero la verdad es que uno no deja de amar y el amor se demuestra”, apuntó.