CAMINOS DE MI TIERRA.

Por Alexander Zosa-Cano
Secretario Clan Intelectual de Chontales
Encuentro en la terminal, una biografía necesaria
Un pueblo que sabe de buena tinta su pasado, es un pueblo atiborrado de sabiduría, entendimiento y conciencia: es un pueblo humanista. Por ello es plausible la labor que realizó sapientemente el profesor Omar J. Lazo Barberena (La Libertad, 31 de marzo de 1953- Juigalpa, 3 de octubre de 2016) cuando publicó su primer libro: Encuentro en la Terminal. (1994). Managua, Nicaragua: Editorial Nueva Nicaragua. (Impreso en los Tallerres gráficos de IMPASA) P.445. Un libro que recopila la biografía de uno de los más grandes chontaleños, don Gregorio Aguilar Barea, maestro, padre de intelectuales, filántropo, arqueólogo… Un hombre cabal e íntegro en su trabajo y el compromiso con la cultura.
El Dr. Mariano Miranda Noguera (1994), al tener conocimiento del trabajo, producto de los desvelos del maestro Omar, elogió su labor audaz y primigenia, anotando en una carta, (que posteriormente se publica en el libro antes mencionado): «Usted es el pionero de los que otros no se atreven a realizar por falta de valor, estatura moral o negación de su negación […] Usted es el pionero en presentar al más valioso hombre de Chontales, que vivió y realizó en la mayor crisis de valores humanos y un ambiente donde muchos no pudieron encontrar un derrotero seguro, positivo y cierto que eleve a un hombre en su plena dimensión» (pp.17-18). Este trabajo investigativo del profesor Omar Lazo aporta a los chontaleños, el conocimiento sobre los saberes de Gregorio, de sus luchas, sus aportes literarios y arqueológicos; su vida musical y estadía en el Clan Intelectual de Chontales; la sencibilidad social y el pensamiento político del bardo chontaleño.
La publicación de Encuentro en la Terminal fue un gran paso al discernimiento desmitificado de Gregorio; a la misma vez un acto que consagra al eduacdor de Chontales. Eruditamente Omar se sumergió en las bibliotecas personales de los ilustrados de esta provincia, en los Archivos del Clan Intelectual de Chontales y entrevistando a los que conocieron al maestro Goyo. Fue el estudioso Omar que exploró esta veta de nuestra historia hasta su más ínfima expresión. Y salió de esa franja atiborrado de instrumentos: una lámpara de carburo ceñida en su cintura; una manila y un casco que cubría su cabeza; un pico, una barra, una pala, y un saco en sus hombros lleno de piedras y tierra triturada del hilo azul para luego conducirse «al bolilllo» –la manera artesanal de extraer aurum– así como los mineros extraen el oro de la tierra, así surgió su valioso libro, su labor de afanes a tiempo y destiempos, de lluvia de inviernos y veranos, de descanso y cansancio. Es un libro que debe ser aplaudido por todos los chontaleños, por los maestros y alumnos; por los académicos y los iletrados; por el artesano y el carpintero; por la lavandera y leñador; por el campista y el ciudadano; por el localista y el nacionalista, es decir: por todos.
Tres ediciones de Cuentos y Poemas (1971, 2009 y 2012)
El 11 de septiembre de 1970 el periódico Luz y Libertad, con la dirección del poeta Anastasio Loco Téllez, publicó un merecido Homenaje al educador Gregorio Aguilar Barea. El periódico está compuesto de los siguientes apartados: Honras al Prof. Aguilar hoy día del maestro, Gregorio Aguilar Barea, las dos primeras notas anónimas, Acuerdo de duelo del Instituto Nacional de Chontales, Discurso del Ing. Víctor M. Báez, Discurso del Prof. Mariano Miranda Noguera, Discurso del Prof. Jofiel Acuña Cruz, Discurso del Dr. Pablo Sierra Chacón, Discurso del estudiante Gabriel Sánchez, Discurso del poeta Anastasio Lovo Téllez y la sección literaria « Gregorio Aguilar Barea o el idioma del paisaje». Esta última sección la comprende dos cuentos: «Era muy Piripipí» y «La loca»; y los poemas: «Luna», «Los pinos» y «Patios risueños». Su director, posiblemente, fue quien escribió, a propósito de la obra literaria de Aguilar: «La poesía, la narrativa de Gregorio Aguilar Barea es la presencia de la naturaleza. Naturaleza, paisaje nicaragüense que él tanto amó. Paisaje de paisajes, paisajes de los tristes pobladores de Latinoamérica, paisaje de los juigalpamacondos. Paisajes pintados con amor por Gregorio Aguilar Barea».
En ocasión del primer aniversario la muerte del maestro Gregorio Aguilar Barea, el 16 de agosto de 1971, el Museo Arqueológico y el Zoológico Thomas Belt reúnen de manera parcial la obra poética y narrativa del eximio educador bajo el título Cuentos y Poemas del Prof. Gregorio Aguilar Barea (1971). S.L: Museo Arqueológico y el Zoológico Thomas Belt, p. 34. El formato de impresión fue 17 x 25.5 cms. La obra está antecedida de una nota biográfica anónima. La obra no está la firmada por sus antólogos; sin embargo se sabe que fueron el Prof. Jofiel Acuña Cruz, presidente del Clan Intelectual de Chontales y el Ing. Víctor M. Báez Suárez, fundador de la institución antes mencionada. Esa obra reúne 5 cuentos y 14 poemas. Es un elogiable esfuerzo realizado básicamente en el periódico Luz y Libertad del Instituto Nacional de Chontales en sus dos épocas: 1960 a 1964 y 1967 a 1970, respectivamente.
La obra literaria de GAB no se volvió a publicar hasta 38 años después con motivo del LXXVI aniversario de su natalicio. El folleto Cuentos y Poemas del Prof. Gregorio Aguilar Barea. (2da. Ed.) (2009) Juigalpa, Chontales: Asociación para el Desarrollo Municipal «Gregorio Aguilar Barea». ASDEMUGAB. p. 40, se presentó en la Escuela Normal Regional Gregorio Aguilar Barea el 11 de septiembre del 2009 con el propósito de «eternizar con ellos el recuerdo de nuestro inolvidable profesor». Sus promotores fueron Humberto Castilla, presidente de ASDEMUGAB y Erwing de Castilla Urbina, Vice-presidente de ASDEMUGAB.
Esta nueva edición no tuvo cambios excepto el formato 16 x 24 cms. Conservó el mismo contenido: cinco cuentos reunidos en el siguiente orden «La Nia Chula», «Era muy Piripipí», «Tata Nicho», «El Desquite» y «La loca»; catorce poemas: «Caminos», «Abril », «Amanecer », «Paseo», «Tarde», «Luna», «La carreta», «Los pinos», «Los burros», «Patios risueños», «Encuentro en la terminal», «Autobiografía», «Con las masas de obreros» y «A los caídos el 23 de Julio».
Esa misma colección de cuentos y poemas reimprimió en el 2012, el formato fue de 16 x 24 cms. Sus auspiciadores fueron la Asociación Clan Intelectual de Chontales y la Asociación Científica Thomas Belt. La publicación fue en ocasión el LXXIX aniversario del natalicio del educador juigalpino. En la presentación de anota las intenciones « para que toda la ciudadanía de Juigalpa y de toda Nicaragua, para que conozca, estudie y enjuicie la obra literaria del insigne educador». La única diferencia con las anteriores es la colección de fotografías en blanco y negro que precede cada sección.
Una nueva antología
Esta nueva compilación de cuentos y poemas se ha titulado CAMINOS DE MI TIERRA siendo uno de los versos del poema «Caminos» de GAB. Se intenta en esta nueva antología ser más rigurosa en el rescate de los nuevos escritos: dos poemas «Una Lapa» y «A un idealista» y un cuento « El pájaro del dulce encanto». En total son 6 cuentos y 16 poemas ordenados según su aparición. Lamento mucho no haber localizado el poema «No hagas eso» y el ensayo mecanografiado: «La poesía de Rubén Darío» y diez discursos ocasionales del maestro, citados en el periódico Luz y Libertad del 11 de septiembre de 1970. Valdría entonces iniciar una nueva etapa de investigación para reunir su obra ensayística.
Entre las principales características de estos cuentos se encuentran: el arraigo a lo propio y lo vivencial de Juigalpa; el carácter educativo, pedagógico y anecdótico, principalmente en «Era muy Piripipí », «El Desquite» y « El pájaro de dulce encanto» ; el paisaje naturalista o ecológico (término acuñado por el académico de origen norteamericano Stiven F. White al referirse a la poesía de Rubén Darío, Azarías H. Pallais, Alfonso Cortés, Salomón de la Selva, José Coronel Urtecho, Pablo Antonio Cuadra entre otros, en su obra Arando el aire: La ecología en la poesía y la música de Nicaragua); las creencias populares o la religiosidad sin caer en el misticismo en particular en el cuento «La Nia Chula»; el uso de la expresividad del lenguaje popular de Chontales en «Era muy Piripipí » ; el uso de palabras polisémicas y el uso del regionalismo de forma perspicaz.
La poesía de Gregorio es similar a sus cuentos: denotan su carácter localista y su originalidad. Nos propone un concepto íntimo, una obra de arte. En síntesis, como afirma Michael Kirby (1976): «Todo aquello que según el artista contenga una significación vivencial debe ser considerado como arte» (p.50). Y era evidente, Gregorio tenía en cuenta el pensamiento de Luis Cardoza y Aragón «El arte para que sea auténtico, universal, debe ser ante todo regional».
En su esencia la poesía chontaleña deviene de la veta ecológica. Un continuador de esa constante, en su obra poética, fue Gregorio Aguilar Barea. No es una poesía ajena a su realidad. Su colección de «Seis poemas para leer en abril» es en definitiva una evocación a la vida campestre y «Motivos de las Segovias» vendría a ser un sincero canto a la vida bucólica.
Las grandes influencias en la poesía de Gregorio Aguilar Barea están en la literatura clásica, en Teócrito, Bión y Mosco. La obra del primero Idilios, pequeños poemas con descripciones ecuestres que reúnen elementos básicos de la poesía pastoril.
Oye el relincho de los caballos
Mira las vacas y los terneros
Las garzas bordando de encaje la ribera del río,
Los gallos, los pollos
¡Mira, oye, aspira el perfume de la leche
Saliendo del corral abierto al sol, como una enorme flor.

Convencionalmente el concepto «bucólico» se le atribuye a un poema corto que difiere de la tradición en cuanto a sus temas y alude al entorno rústico, al amor y a la música. En los versos anteriores el poeta Aguilar está asido de su entorno. Evoca sus deseos y pintarrajea el amanecer en una hacienda chontaleña. Veamos los siguientes versos:
Hemos salido juntos al llano
vimos los escarabajos
y como hacían bolitas.
Ella dijo que eran más inteligentes que Atlas,
el gigante de la mitología.
¡Mira las flores blancas del pochote,
los nidos de los zenzontles,
el cerro florecido de arrayanes,
los charcos son jacintos de agua y …
¿Por qué gritas? ¡Esa rana verde no hace daño alguno
¡Ven! Iremos por la orilla del río,
donde el papaturro
hace explotar el nácar azucarado de sus frutos
[ como flores.
Luego corremos por el llano
hasta donde está aquel árbol, para oírte decir:
¡Qué bien huele el guásimo por debajo del vestido!

Horacio y Virgilio son la directriz de la poesía de Aguilar Barea. Además del primer gran poeta bucólico español don Garcilaso de la Vega. El poema «Paseo» que nos sirve como ejemplo, es una descripción fiel de una pareja de enamorados en pleno llano. No utiliza un vocabulario que ofusque al lector, sino que se entrelaza con el cotidiano. Por su característica dialogada podríamos afirmar que estamos frente a una égloga ya que su diálogo y el amor son fundamentales en el poema.
En resumen: se vuelve preponderante la compilación de la obra literaria de Aguilar Barea. El aporte literario está reunido en Cuentos y Poemas del Prof. Gregorio Aguilar Barea y sus ediciones 1971,2009 y 2012. Seguimos encontrando la huella del maestro. En esta antología se reúnen tres escritos; por consiguiente, este volumen se vuelve el más completo hasta el momento.

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