Con la imposición de ceniza inició el tiempo de cuaresma y la iglesia llama al ayuno, oración y la limosna.

Por Marvin Miranda.
Juigalpa-Chontales.
Como un tiempo de conversión, así definieron la cuaresma católicos de la parroquia de San Martín de Porres que asistieron a la misa de este miércoles de ceniza con la cual inicia este tiempo que finaliza con la Muerte, Pasión y Resurrección de nuestro señor Jesús Cristo.

“Es un tiempo de conversión para todos nosotros (los católicos) y prepararnos para la resurrección de Jesús, además, la imposición de ceniza en la frente nos recuerda que polvo somos y en polvo nos convertiremos”, dijo la señora Nubia Galeano.Por su parte, la profesora Maritza López Amador, sostuvo, que durante la cuaresma buscará vivir en santidad luego de reconocer que es pecadora, de igual manera admitió que su estadía es pasajera en esta tierra y posterior, debe esperar su resurrección en Cristo Jesús, pero antes tiene que prepararse.

En este tiempo de cuaresma la iglesia recomienda el ayuno, la oración y la limosna. “Esas tres cosas tienen que hacer eco en mi (corazón). Por eso, me proyecto vivir estos cuarenta días en santidad y tengo también que asistir a las actividades que organice mi parroquia”, expresó.De acuerdo al sacerdote Julio McNally, vicario de la parroquia de San Martín de Porres, la iglesia nos regala 40 días de preparación para celebrar a lo grande la fiesta de nuestra fé como lo es la pascua y se considera un tiempo propicio para la conversión.

El clérigo exhortó a los fieles acercarse a Dios sin ningún miedo porque es rico en misericordia. “Expresemos sin temor nuestra fé y adicción a nuestro señor Jesucristo participando en cada una de las actividades litúrgicas que nos ayudan a vivir este tiempo de cuaresma”.“Qué bien que hoy (ayer) mis queridos hermanos estemos aquí (en la parroquia) iniciando el camino hacia el desierto. El desierto es el lugar de la prueba, la tentación y es el lugar donde nosotros mismos nos encontramos. El desierto es el lugar de la sobrevivencia, pero también el desierto es el lugar de la manifestación del poder de Dios, porque somos testigos de las cosas que hace nuestro Dios a favor de nosotros”, expuso el padre Julio McNally.

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