“De preso en Costa Rica a millonario y profesional”.

Por Alberto Cabezas Villalobos.
Especial para Punto Noticioso.Com
Edmundo Masis, es nicaragüense nació en Managua, tiene 43 años es parte del Junta de Comité de privados de libertad del Centro de Atención Institucional Jorge Debravo. Con él converso el Periódico Sin Fronteras.

¿Cómo hace el privado de libertad para luchar contra el hacinamiento?

Unas de las formas de matar el hacinamiento carcelario, que muchos no tienen el apoyo familiar y el estrés de encontrarse recluido es el fútbol, que es como el día a día.

El tener el cable era otra opción porque proporcionaba una diversidad de películas, de programas para entretener la menta y a raíz de la eliminación del mismo, ahora son los 4 canales nacionales, ahora quitan el fútbol en la televisión ya no transmiten los partidos.

De esta manera la población, se mantiene un poco más restringida. ¿Cómo crees que las personas libres ven a los privados de libertad?

A nivel externo a la población privada de libertad se observa como un bloque no humano, como el cementerio de los seres vivos, entonces les van quitando poco a poco ese tipo de elementos de verdad los conecta con el mundo.

Los conecta con lo que está ocurriendo el actualizarse.

¿Existe xenofobia en los centros penales costarricenses como el que vives?

Bueno, yo creo que todo está en la mente de cada uno, para mí la xenofobia es parte de la inmadurez y de la falta de educación de muchas personas.

Desde que uno no está privado de libertad y llega a Costa Rica, el nicaragüense es el paisa, el rotulo que le ponen porque muchos nicaragüenses no vienen a hacer algo por el país de Costa Rica.

Desde el inicio, tuvo el honor de trabajar en compañías que me llegaron a ser lo que soy actualmente.

Con orgullo llegue a Costa Rica desde Nicaragua por ejemplo logre cruzar hasta el tercer año de Medicina. Entonces comencé desde cero, mi primer trabajo fue un restaurante de comida mexicana.

Yo llegue diciendo “se hacer de todo” y recuerdo que lo primero que me pusieron a hacer fue a trozar una trenza como de 5 kilos de cebolla dure medio día haciendo y yo dije “en que me metí, Dios mío”, pero inicie con algo, ese fue mi arranqué a los 3 ó 4 meses de trabajar en el mismo restaurante comencé a ser jefe, aprendí hacer todos los platos, llegué a ser casi ser administrador del mismo.

De allí inicie a trabajar con Pizza Hut donde labore 8 años, igual inicie como salonero, al año y dos meses ya era la estrella del restaurante.

De ahí pase a trabajar en de ADT, Centro de atención de clientes y llamadas. Tuve la oportunidad de manejar las computadoras, todo lo demás, Igual yo creo que el que no arriesga no gana, llegué, me entrevistaron, me dijeron “usted ha trabajado en esto”, yo respondí: “ supuesto”, entonces me capacitación en este proyecto, mi capacitación fue trabajar a la par de un compañero y anotaba absolutamente todo lo que hacía en Excel, porque no había llevado ningún curso de Excel y en 15 días increíble aprendía a manejar Excel y todos los paquetes de Microsoft, pero estaba la actitud de querer aprender.

De allí, comencé a trabajar en una empresa Outsourcing, que brindaba soporte en construcción de redes a diferentes compañías como lo que es Tigo, Cable Tica, etcétera, de ahí ya comencé un crecimiento mayor, ya en ese momento logre coordinar una de las primeras carreras que es Ingeniería Industrial.

Actualmente desde que entre al proceso del sistema penitenciario ha sido un tiempo en donde aprendí a conocerme, a reflexionar y estoy terminando mi segunda carrera Administración de Empresas.

Entonces, la xenofobia comienza desde uno, por venir desde un origen humilde no podemos creer que no podemos llegar a crecer. Si el que esta a la par tuya te dice que por ser nicaragüense “no vas a crecer, no vas a llegar a tener éxito”. Si yo lo creo es la primera piedra en el camino.

Para mí la xenofobia no existe.

Existe el que crea uno, ¿a dónde puedo llegar?, ¿en dónde quiero estar? y para mí la clave del éxito es “yo puedo, yo quiero y yo lo voy a hacer”.

Entonces el único que se puede poner los obstáculos en la vida, es uno mismo.

Sobre la xenofobia hice un trabajo, donde analice que la misma afecta a la gente que se siente muy insegura de sí mismo, las personas que no tiene auto confianza.

Entonces, eso es algo que hay que trabajar desde adentro hacia fuera, si yo tengo confianza en que yo como ser humano en este momento como privado de libertad, el ser privado de libertad es un estigma, ¿pero ¿quién dice que no puedo llegar a ser un ejemplo para la sociedad?, yo puedo demostrar que puedo cambiar, que puedo hacer algo bueno por la sociedad que puedo romper un paradigma lo puedo hacer. Eso depende de cada quien, de trabajar el tema del corazón y los sentimientos.

Nicaragua, es un lugar, es un pueblo, muy lleno de tradiciones de cultura, de folclor, de gente es muy humilde, muy muy sociable, muy abierta, experiencias maravillosas.

¿Tienes familia en Costa Rica? ¿Quiénes te visitan?

Mi familia la mayoría está en Nicaragua mi mamá, mis hermanas, en este momento acá en el país está mi sobrina que es mi hija, porque yo la crie con mi mamá, es una mujer hermosa y una mujer maravillosa. Entonces tengo el enorme placer de contar con el apoyo de ella, tengo también a mi pareja sentimental acá que es nicaragüense en Costa Rica.

Mi familia esta largo, pero en mi corazón están conmigo, yo hablo con ellos cuando existe la oportunidad de que vengan, porque tampoco puedo ser egoísta y decirles cambia su rutina de vida por venirse y cuidarme.

Entonces, allí viene la parte de saber ¿dónde estoy?, ¿porque estoy Y ¿para dónde voy?

Yo era un soporte para ellos, yo nos ayuda mucho, cuando estaba en mi tiempo laboral, les ayudaba les enviaba dinero, les daba apoyo en la parte educativa a mis sobrinos.

Actualmente ellos se han vuelto el apoyo, (se ríe), se revirtió y de verdad creo que darle gracias a Dios por esta maravillosa familia que me dio, por la persona que está al lado mío, principalmente por mostrarme que día a día puede ser mejor, que de verdad la gracia de la vida, de levantarse, respirar y darle gracias a Dios por el mejor día que va a tener uno.

Entonces yo tengo ya tengo mis tesoros, de verdad, yo ya soy millonario.

Yo tenía un problema era persona un poco materialista en la calle, era muy un consumidor excesivo, pero aquí viene a conocer que de verdad el mayor tesoro que uno tiene en la vida son las personas que están a la par.

Una vez leí una frase en el periódico de una muchacha que tenía cáncer y esa frase me la guardé para mí porque ella decía que con su enfermedad el cáncer, sus amigos, se volvieron, personas ausentes y las personas desconocidas se volvieron sus amigos.

Lo mismo pasó con este proceso mis miles de amigos, se asentaron, pero se quedaron las personas que de verdad tienen que ser uno.

Entonces de verdad, si en el mundo existen 20 millones de personas y tienes una persona que está a la par de uno ya es maravilloso.

¿Por qué caíste preso?

Por homicidio calificado, hay un juez que me sentenció un poquito más de 20 años.

Yo tengo aproximadamente estar preso libertad casi 5 años.

Yo aprendí algo con no solamente con el sistema penitenciario, aprendí algo estando aquí, los años que te da un juez no son los años que pasas aquí, depende lo que uno haga para poder darle un valor agregado para que seas nuevamente valorado como ser humano, porque tienes que demostrarle a un sistema que no sos un homicida.

Tenés que demostrarle un sistema que no vas a salir nuevamente a hacer lo mismo, tenéis que demostrarlo un sistema que el que es violador, que no va a salir a violar.

El estar acá en los inicios del proceso me hizo sentirme peor que una basura, porque el sistema penitenciario es duro, porque el sistema penitenciario es como la ley de la selva, el más fuerte el que sobrevive, pero creo que cuando uno está dentro es mentira, el sistema penitenciario a nivel interno de la población privada de libertad, es duro pero si ya tienes una directriz de vida, una forma de vida, normas de vida, las respetas son las que te llevan, yo cuando caí en el proceso me llevaron a la cárcel de San Sebastián qué es el centro de indiciados de Costa Rica y la primera la primera experiencia fue llegar, ver un montón de gente consumiendo drogas, cuando nunca lo había hecho, conviviendo con personas que todo el día están diciendo la palabra HP en la boca o palabras de este tono.

De verdad, improperios increíbles.

Entonces uno dice que estoy haciendo aquí, donde tu vida nunca hablo a título personal, nunca habías hecho fila para recoger una comida lamentablemente si la calificamos del 1 al 10 puntos, un dos, totalmente inhumana, muchas veces, allá la llamaban “masa caracolitos” y cosas por el estilo.

Es algo duro, pero creo que está ahí donde el ser humano llega, te ponen las pruebas más grandes de la vida, es tengo que comenzar a cambiar, quizá en la vida uno hace cosas, llegar a puestos y a situaciones personales que se creen dueños del mundo porque tengo todo y lo puedo comprar.

Pero se da cuenta de que detrás del puesto el salonero que te sirvió la comida fría hay un ser humano que tiene una familia que tiene necesidades y que estén un trabajo porque necesita entonces comienzas a valorar.

Entonces tienes que valorar que tienes que una fila en lugar de esos y comer en una cuchara plástica desechable que nunca había.

Entonces comienzas analizarte, conectas a reflexionar y comienzas a ver que los pequeños grandes detalles de la vida son los mejores. Deseas estar en tu casa con tu familia con los seres que amas comiendo con una cuchara plástica arroz y frijoles, compartiendo lo mejor de la vida que es el amor.

De ahí crecer con la tolerancia, porque de verdad, el caer aquí, fue todo un reto.

Cuando yo pasaba por la cárcel de San Sebastián, en carro yo decía ahí está la basura de la sociedad y yo llegué hacer parte de ese basurero.

Pero te das cuenta que en ese basurero de verdad hay una calidad humana increíble, yo creo que sin el momento yo tuviera la oportunidad de escribir un libro lo haría, porque te das cuenta de que muchas de las personas que llegas a conocer fueron niños que a los 9 años tuvieron que haber salido de su casa comenzar a subsistir con lo que fuese ya sea vendiendo sexualmente, robando, etc.

Jóvenes que se dice mi mamá me dejó a los 5 años porque no quería.

Entonces nunca estuvieron amor fraternal, nunca tuvieron un amor familiar, nunca tuvieron alguien que los guiará.

Lo que tuvieron fueron las patadas de la vida, tuvieron que arrebatar la vida, las cosas para que verdad poder tenerlas entonces, lo que comienza mal termina mal.

Si el sistema penitenciario tuviera programas de desarrollo de oportunidades de verdad que lo demostrará a toda la población de libertad que no son un número más, sino que son seres humanos que no han tenido oportunidades que no han creído en ellos que no les han demostrado que son útiles, la reinserción en las cárceles disminuiría un montón.

Creo que el hacer algo preventivo en llegar a las comunidades pobres y tomar ese montón de niños que van para grandes, llevarlos a pueden a estudiar, a un deporte. Hacer cosas mejores haría cambios, en cualquier país.

¿En cuanto a la atención médica los privados de libertad son bien atendidos en los centros penitenciarios? En cuanto a la atención médica creo que no es tan mala.

Como todo creo que igual tanto en Nicaragua como en Costa Rica si llegas al hospital te van a decir “espérese”, no te dicen “te atiendo de una vez”. Entonces, creo que es igual un poco de paciencia, pero atención médica es buena.

A mi me pueden decir usted es de los privados de libertad que no se queja de nada, pero es que yo no me quejo porque yo le doy gracias a Dios por todo lo que tengo. En ese momento si estoy privado de libertad.

Tengo un rotulo que dice “es homicida”, “el mató a alguien”, me estoy preparando para la vida, tengo proyectos de vida a corto plazo, entonces la pregunta es ¿qué me falta?

¿La libertad física? Sí, la anhelo, increíblemente, ese momento quizás no, porque yo no era tan religioso. En la Biblia hay cosas de que verdad son ciertas, hay tiempo para todo.

Tengo trabajo, salud completa, tengo a mi madre viva, tengo a los seres que amo, estoy estudiando. Me estoy preparando para la vida.

Cuando yo tenía 19 años y llegue a Costa Rica y yo nunca pensé que iba a caer preso, nunca, pero de aquí a 5 años a 3 años, que yo salga de aquí, tenga mi empresa y de testimonio de vida, esta experiencia me formó como ser humano.

Esta experiencia me le dio el reseteo mi disco duro y me recuerdo que tengo que ser humilde, que tengo que ser bondadoso, que te que ser una persona que analice, que no que juzgue, que todo que ser una persona tolerante, que todo que ser una persona que me ponga en el zapato de los demás.

Es que tengo alegrías y tristezas, pero sobre todo que puedo llegar a ser una mejor persona.

Uno es bueno en algo. Yo sé quién soy.

Me gusta leer la vida, me gusta compartir la palabra de Dios.

Sé que Dios siempre esta y estuvo conmigo dentro de la prisión. Nunca me ha faltado un amigo dentro de la cárcel.

A mi operaron del apéndice en un lugar hacinado, donde las condiciones humanas no son las más óptimas. Es duro. Pero he tenido millones de milagros.

En la cárcel que estoy no existe tanto hacinamiento como el que estuve en San Sebastián, donde me operaron.

En Cartago, me dan permiso de jugar fútbol.

El sistema no es tan malo como es en Cartago, la parte del personal de seguridad y administrativa te trata con respeto por tu nombre. Ese es el inicio de una relación profesional.

El hacinamiento es algo real.

Muchos privados de libertad les dan libertad, pero vuelven a los 15 días o un mes. De la cárcel uno puede salir como un emprendedor. Las limitantes las pone el mismo ser humano para no salir donde estas.

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