Por Mayra Mercedes Suárez.
Juigalpa-Chontales.
“No es un residencial, es un barrio marginado”, así se refirió Modesto Cuadra, habitante de Bosques de Juigalpán, luego de insistir en las dificultades que atraviesan por el notable deterioro de las calles, el hedor de las pilas sépticas y la falta de servicios fundamentales (uno de ellos la salud).
Modesto cuenta que desde que vive en esa zona, aproximadamente hace 5 años, el pésimo estado de las calles les complica la vida a todos: los taxis no les gusta entrar y cuando acceden les cobran de 40 a 60 (durante el día) y hasta 100 (por las noches), e incluso muchos solo los dejan en la entrada, en horas nocturnas eso es un enorme riesgo.
“Soy testigo, a veces ni culpo a los cadetes porque varios han sido víctimas de daños en los taxis o las rutas, sin embargo esto es preocupante y no veo la posibilidad de un cambio; aquí hay gente que trabaja hasta tarde y tienen que entrar a pie, los niños deben salir una hora antes para ir a clases”, insistió el demandante.
Posterior contó que junto a otros pobladores del lugar, planean conformar una directiva y llegar hasta las últimas instancias a exponer sus demandas, que no solo consiste en la reparación de las calles, carecen de medidas sanitarias (por las pilas sépticas), no cuentan con un puesto de salud, ni escuelas.
Añade que es un acto de irresponsabilidad de los encargados de la construcción, pues “ni las trochas que se cruzan para ir al Ayote están así de deterioradas; para entrar aquí (Bosques de Juigalpán), se necesita, al menos, una camioneta todo terreno; nos urge un cambio”, expuso disgustado.