Escuelas de Camoapa con pocos alumnos.

Tomado de Radio Camoapa.
El Ministerio de Educación había convocado para el día 21 de julio el regreso a clases, el llamado no tuvo éxito. Las calles estaban vacías a las seis y media de la mañana, cuando en días normales se ven escolares con paso rápido vestidos de azul y blanco, con sus mochilas al hombro, casi corriendo para llegar antes de que suene la campanada de formación.

Las familias en Nicaragua decidieron ponerse en cuarentena voluntaria, al ver que el gobierno nunca la declaró y no suspendió las clases. Desde que se reportó el primer fallecido en marzo por Covid-19, la ciudadanía empezó a tener miedo de la pandemia tomando sus precauciones y dejando de mandar a niños y niñas a clases.

Durante el reinicio la Escuela Agustina Miranda de Quezada, popularmente conocida como la número dos en Camoapa, se vio vacía, la entrada estaba adornada a la espera de sus estudiantes, pero es difícil acudir a un centro de estudios cuando se corre peligro de enfermarse.

Docentes notificaron a padres y madres de familias de ese centro de estudios, que las clases se reanudarían normalmente sin especificar ninguna medida de precaución sobre el tema del Covid-19, lo cual alerta a la población y no mandaron a sus hijos a la escuela.

El Ministerio de Educación convocó a la reanudación de clases. Desde el inicio de la pandemia padres y madres de familias no han enviado a sus hijos e hijas por temor y en todo momento demandaron la suspensión del año lectivo.

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