Fundación Ruach celebró su segundo aniversario.

Por Marvin Miranda.
Juigalpa-Chontales.
Con la presentación de números culturales realizados por personas con discapacidad atendidas por la Casa Hogar y el Taller, la Fundación Ruach celebró su segundo aniversario y su directiva, asumió el compromiso de seguir trabajando a favor de este sector poblacional, vulnerable a la violación de sus derechos humanos.

Según la licenciada Ana Alicia Murillo, presidenta de la Fundación, el segundo aniversario significa muchos triunfos y logros, cumpliendo las metas propuestas y ahora, se proponen seguir avanzando con la búsqueda de nuevas personas para ayudarles con los programas de estimulación que implementan.“Es cierto…tenemos una tarea que es buscar los fondos (económica) y vamos a seguir solicitándole ayuda a nuestros (amigos), a empresarios, ganaderos, a donantes extranjeros y las personas que nos quieran ayudar pueden acercarse a las oficinas administrativas de la Fundación”, dijo la licenciada Murillo.

Historió, que la Fundación nació ante la necesidad de muchas personas con discapacidad, mayores de 15 años que no tenían oportunidades en Juigalpa para desarrollar sus habilidades. Desde la Casa Hogar les garantizan un techo digno y estimulación, mientras en el taller los capacitan para que aprendan un oficio.

Por su parte, la licenciada Astrid Delleman, responsable de la Casa Hogar, informó, que el objetivo de la Fundación es contribuir al fortalecimiento de los derechos de las personas con discapacidad mayor de 15 años y de esa manera, edificar una sociedad más humana, uniendo fuerzas con la comunidad y estableciendo coordinaciones.Se mostró Delleman agradecida con los coladores de la Fundación y en el taller las personas con discapacidad, elaboran piñatas que luego son comercializadas en las librerías Juigalpa, el Estudiante y Arcoíris. “Las personas con discapacidad tienen talentos, pero muchas veces nos centramos en lo que no pueden hacer”.

Uno de los que participó en el segundo aniversario de la Fundación Ruach, elogió el trabajo que realiza su directiva y el equipo de colaboradores, mencionando una realidad, que en la mayoría de los casos las personas con discapacidad son abandonadas y maltratadas, e incluso por sus mismos familiares.

“Es irónico, mientras las personas con discapacidad son abandonadas por sus padres, madres y hermanos. Personas de buen corazón como las que trabajan en la Fundación (Ruach) les brindan atención de calidad, les dan amor, comprensión, estimulación y las capacitan para la vida”, destacó el visitante.

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