Por Mayra Mercedes Suárez.
Punto Noticioso.Com
La Juigalpa de ayer, la de hoy y la de mañana, se perfila con grandes diferencias que tiene claras Gregorio Mena Bolaños, historiador por cargar en sus recuerdos las imágenes de la ciudad que en unos días cumple 141 años de su nombramiento, un festejo que se desarrolla entre avances y retrocesos.
Mena Bolaños inició la entrevista mencionando que en cuanto avances todos los puntos tienen acceso a energía eléctrica, aunque tarde se goza de un proyecto de agua potable que minimiza la escasez, hay gran cantidad de universidades y buena cantidad en infraestructura escolar, en cuanto a turismo avanza a paso lento pero seguro y se han desarrollado nuevas formas de mantener activas las tradiciones.
“Obviamente no debería ser una opción comparar porque el progreso tiene un precio que se cambia con cambios radicales, por ejemplo: el uso de carretas, el protagonismo de las fincas, las máximas expresiones del campesinado, las fiestas patronales y un sin número de escenas que se vivían en la Juigalpa de ayer ya no se ven, por temas variados entre ellos la movilización y lo que arrastran las nuevas civilizaciones”, expone.
Gregorio criticó fuertemente varios puntos, dejando entre ver que Juigalpa tuvo méritos suficientes para ser nombrada ciudad, no obstante, en la actualidad solo tiene el nombre por el gran número de aspectos que se deben de superar, desde problemas con la basura, la contaminación del Río Mayales, una verdadera educación de calidad, empuje de zonas comarcales o barrios olvidados, hasta el descongestionamiento que se requiere en el centro de la localidad.
“Yo sinceramente no sé a cabalidad cuál es el plan de gobierno de la municipalidad, pero veo demasiada complicidad con el desorden, ¡si el alcalde tiene en sus narices el parqueo de vehículos y motos de los trabajadores de la alcaldía!; ya casi no quedan calles transitables porque se han convertido en parqueo de todos”, criticó.
Con la esperanza de tener una mejor ciudad, Mena Bolaños reiteró la necesidad de involucrarnos todos con pequeñas acciones, que vayan motivando a las autoridades a construir la verdadera “Juigalpa Soñada”.