Por Marvin Miranda.
Punto Noticioso.Com
Las lluvias que azotan el territorio nacional, dejaron en Chontales dos muertos por sumersión. Uno murió en la quebrada de Carca y el otro en el rio de San Francisco de Cuapa, donde un adolescente fue arrastrado por las fuertes corrientes la tarde del lunes 14 de septiembre.
Fue el domingo 13 de septiembre que un joven estudiante de la Escuela Normal de Juigalpa, de nombre Juan José Araúz Hernández, de 20 años y originario de Camoapa, murió ahogado en las aguas de la quebrada de Carca, donde minutos antes llegó a disfrutar de su día libre con unos amigos y posterior, lo estaban sacando sin vida de ese lugar.
Ese mismo día, a las 2 y 14 minutos de la tarde salió ileso del cauce que cruza por la zona 7 de Juigalpa, Silvio Fernández, de 45 años, quien en estado de ebriedad cayó en ese lugar y las corrientes lo arrastraron hasta lograr agarrarse de una rama. Minutos después, llegaron a la vivienda del sobreviviente los integrantes del Comupred.
El representante del Sinapred y delegado de Gobernación en Chontales, licenciado Alvin Antonio Jarquín Sobalvarro, lamentó como algunos ciudadanos sin medir las consecuencias retan a la naturaleza e intentan cruzarse ríos o quebradas, sin embargo, no logran sus objetivos y pierden en la mayoría de los casos la vida.
La tarde de este lunes, un adolescente de 13 años cuando regresaba a su casa al cumplir con su jornada laboral, intentó cruzarse el rio de San Francisco de Cuapa que desbordó su caudal y pasaba por encima del puente que está salida a Matayagual, con tan mala suerte que las corrientes no lo perdonaron y murió ahogado.
Al conocerse la noticia pobladores de diferentes puntos de San Francisco de Cuapa, se dispusieron a buscar el cuerpo sin vida y en un recodo, cerca del Puente Nueva York, el señor Jorge Luis Suárez, logró rescatar el cadáver del adolescente que le trabajaba a un hacendado de ese municipio de nombre Pedro José Sándigo.
No se conocen las condiciones económicas que recibía el adolescente por parte del señor Pedro José Sándigo, pero por lo general los finqueros se aprovechan de los hijos de sus empleados para asignarles jornadas laborales y posterior, no les pagan el salario que corresponde.