Oraron por las víctimas del coronavirus, los enfermos y los que se recuperaron.

Punto Noticioso.Com
Peregrinos de diferentes puntos de la región central, llegaron hasta el Santuario del señor Esquipulas, ubicado en la comarca Cunagua, jurisdicción de San Pedro de Lóvago, a pagarle a la imagen del Cristo Negro sus respectivas promesas por favores recibidos.

La homilía fue presidida por monseñor Carlos Adán Alvarado, vicario general de la Diócesis de Juigalpa, quien anunció, que las oraciones y el rezo del santo rosario fueron dedicados al descanso eterno de las personas que murieron a causa del Covid-19, por los que están enfermos y los que se recuperaron.

“La Diócesis de Juigalpa tiene este Santuario dedicado a nuestro señor de (Esquipulas) y año con año cada (13) de enero nos reunimos para iniciar esta festividad y su solemnidad la vamos a celebrar el (15) de enero y será presidida por nuestro obispo, monseñor Marcial Humberto Guzmán Saballos”, informó.

Monseñor Carlos Adán, afirmó, que para la Diócesis de Juigalpa y las parroquias que están a su cargo; San Pedro Apóstol y María Auxiliadora, la peregrinación es fe, alegría y esperanza, puesta en nuestro señor de Esquipulas.

Los promesantes caminaron desde el Santuario descalzos y otros iban con los ojos vendados, como doña Josefa Centeno Campos, que cada año, peregrina porque el señor de Esquipulas le está mejorando una fuerte infección en sus pulmones y su anhelo, es recuperar su salud.

Don Erick Fonseca, originario de San Pedro de Lóvago, caminó este 13 de enero por primera. Él fue infestado con Covid-19 y en medio de su agonía le pidió al señor de Esquipulas su sanidad y el milagro no se hizo esperar. “Aquí estoy vivo y orando por aquellas personas que están en condiciones delicadas de salud por el coronavirus”, dijo el promesante.

smart

La procesión culminó frente a la parroquia San Pedro Apóstol y ahí, monseñor Carlos Adán, felicitó a los participantes porque durante la homilía y el recorrido, tomaron las medidas preventivas y posterior, les dio la bendición y enseguida, los promesantes en la puerta del templo entregaban su sacrificio.

Deja una respuesta