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Ventas aceptables reportaron los comerciantes de pólvora el 7 y 8 de diciembre, fechas en que se celebró la gritería y la solemnidad de la Virgen María, respectivamente. Cerrado el primer capítulo, ahora centran sus esperanzas para los días de mayor demanda que es durante la nochebuena y el cierre de año.
Como siempre Luis Jarquín, afirmó, que desde el 6 de diciembre la gente comenzó a comprar la pólvora para festejar a lo grande la gritería y el 7 algunos pobladores llegaron a última hora y a la carrera a adquirir variedad de pirotécnicos y así, alegrar la purísima de su casa.
A Luis se le preguntó cuál era su expectativa para los días 7 y 8 de diciembre y respondió: “Para hablarte claro, yo esperaba un movimiento mejor de clientes y si comparamos con el año pasado, en esta oportunidad estuvo bajo, pero tengo la fe en Dios que las ventas se van a incrementar”.
Las bajas ventas se las atribuye Jarquín, al temor que impera aun en las familias por el coronavirus. “Hay personas que vienen en sus vehículos y traen a sus hijos, pero si el vendedor no está con la mascarilla no se acercan y buscan el tramo donde se cumplen con las medidas de protección”, declaró Luis Jarquín.
Por su parte, doña Filerma Inés Buitrago, es otra comerciante de pólvora y valoró, que las ventas no están tan malas y para poder mover el producto ofrecen a los visitantes descuentos o les dan cierta regalía, pero confía en Dios que el 24 y 31 de diciembre el movimiento será mejor.
Los pirotécnicos mantienen precios similares a los del año pasado y en esta oportunidad la docena de cohetes se está comercializando en 250 córdobas y dependiendo la cantidad a comprar le hacen al cliente un descuento especial, lo mismo ocurre con el resto de productos.