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El coordinador de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Juigalpa, Aldo Calero, reconoció la difícil situación a la que se enfrentan los jóvenes a nivel de Chontales y Rio San Juan, pero tienen la disponibilidad de trabajar el próximo año para reinsertarlos a la sociedad.
“La pandemia del (coronavirus) ha afectado no sólo a los jóvenes miembros de la Pastoral, sino, a todos de manera general y de diferentes maneras: unos perdieron sus empleos, otros enfrentan problemas familiares y hay quienes lamentan la pérdida de un ser querido”, declaró Calero.
El dirigente se mostró emocionado al inaugurarse el año de la juventud (2021) y considera, que cada coetáneo será incluido en el Plan Pastoral y sobre todo, escuchado y participe de las actividades que desarrollaran en cada municipio de Chontales y Rio San Juan.
Está claro Aldo Calero, que las adicciones son el principal problema que encierra a la juventud, también mencionan la falta de oportunidades para aquellos que cursan una carrera profesional y una vez con el título en la mano, no encuentran en sus localidades un trabajo digno.
Es común ver en algunas calles de Juigalpa, a jóvenes inmersos en el alcoholismo, drogadicción, actos delincuenciales, muchachas practicando la prostitución y algunos sin deseos de seguir en este mundo, abandonado sus estudios y hasta el hogar.
Para los integrantes de la Pastoral Juvenil, será de gran importancia el aporte que reciban de los sacerdotes en cada parroquia donde piensan impulsan variedad de jornadas con el propósito de acercarlos a Dios, pero también, dependerá de la voluntad de los muchachos para experimentar un cambio de vida.