Por Marvin Miranda.
Punto Noticioso.Com
Monseñor Paul Oporta, administrador de la Diócesis de Juigalpa, destacó la obediencia de la feligresía católico que atendió el llamado de los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, que siguieran a través de los medios de comunicación las actividades religiosas que se desarrollaron en semana santa.
“Le damos gracias a (Dios) porque ha sido una cuaresma y una semana santa especial por la alerta que ha generado en el mundo el coronavirus”, dijo Oporta, al recordar, que al iniciar la pascua hay un pequeño descanso para los sacerdotes después de una temporada cargada de actividades.
Pese a la orientación de los obispos, señaló, que a las parroquias de la Diócesis de Juigalpa asistió un público que no se lo esperaban, citando como ejemplo, la procesión del viernes santo donde por primera vez se realizó a lo interno de la catedral.
“Hubo una participación mayor a la que nosotros (los sacerdotes) nos habíamos proyectado, pero la feligresía tomó sus medidas preventivas: el lavado de manos, el uso del tapa boca y el distanciamiento al momento de las eucaristías”, manifestó monseñor Oporta.
El administrador de la Diócesis de Juigalpa, instó la población de Chontales y Rio San Juan, a seguir colaborando para evitar que la pandemia del coronavirus se propague “desde los que están comprometidos con el cuido de la salud, hasta las autoridades, los médicos, las enfermeras y las familias”.
Monseñor Paul Oporta, le dio gracias a Dios también, porque la ciudadanía prefirió quedarse en su casa y en los balnearios de Juigalpa hubo poca participación y luego insistió, que la población debe seguir cuidándose en las semanas venideras.