Por Marvin Miranda.
Punto Noticioso.Com
Aquella estructura llamada “Subcuenca del Mayales” integrada por notables de la sociedad y funcionarios de las Alcaldías de Comalapa, San Francisco de Cuapa y Juigalpa, murió, pero en su agonía nadie se interesó de buscarle la medicina y ahora, algunos de sus miembros que estaban dispuestos a seguir trabajando, lamentan su partida.
La estructura murió en manos de la licenciada Aydalina Berroterán, quien era la presidenta y según Eduardo Hernández, miembro de la Subcuenca, esa organización ambiental colapsó por falta de inercia. “Todos nos comenzamos a olvidar de la (estructura) y no asistíamos a las reuniones”.
“El financiamiento que había era exclusivo para garantizar el refrigerio y el almuerzo a sus miembros, al concluir el presupuesto, eso desmotivó a la mayoría de sus integrantes e incluso, hasta los técnicos que habían asignado las alcaldías comenzaron a ausentarse de las reuniones sin justificación alguna”, señaló Hernández.
Considera, que la Subcuenca del Mayales jamás fue prioridad de los Alcaldes que eran parte, pese a que la temática que ahí se deliberaba tiene alta sensibilidad como lo es el medioambiente y en la actualidad “estamos viviendo las consecuencia de los daños que le hemos ocasionado”.
A pesar que la función de los miembros de la Subcuenca era la protección del rio Mayales y el cuido del medioambiente, algunos hace dos años se retiraron diplomáticamente cuando les tocó ir a inspeccionar a Rancho Gilma un acopio de lama que trasladaba desde La Libertad un inversionista Asiático.
Urgió Hernández a las autoridades para que impulsen una campaña a favor del Gran Lago de Nicaragua que sensibilicen a la población y eviten tirar a los causes basura u otro tipo de contaminante que se va directo al Mayales y luego caen en la fuente que nos abastece del vital líquido.