Una mañana jovial…

Por Yelzing Rostrán.
Oyendo caer la garúa sobre el techo de la casa en horas de la madrugada, abrí mis ojos y di gracias a Dios por ver el alba. Asir mi teléfono-celular y comencé a leer un ratito el libro Radialistas Apasionados y apasionadas de José Ignacio López Vigil.

Hice mis apuntes de algunas cosas que me parecieron importantes, no utilicé hojas de cuaderno (antes lo hacía) porque la tecnología que se ha vuelto fascinante nos permite hacer apuntes desde nuestro móvil.

Me levanté de la cama y busqué la ropa que llevaría a la universidad. Me gusta vestir presentable porque hay un adagio que se utiliza bastante: «cómo te vestís así te van a tratar», y en eso he sido cuidadoso y más los sábados que voy a recibir clases. Me bañé, me vestí y me monté a horcajadas a mi moto para irme a la universidad Juan Pablo ll, en la que estoy estudiando Comunicación Social.

Estando en la universidad me encontré con Velki, ella es una compañera de clases—es jovial y muy grato compartir estando a su lado. Junto a ella me dirigí a la cafetería que está dentro del recinto universitario, pedimos café con cremora—estaba muy rico. Nos sentamos junto a un señor y una señora que cursan el tercer año de teología.

A Velki le comencé a hablar sobre el origen de la celebración de San Valentín el santo decapitado. Mientras era yo el que hablaba—Velki estaba atenta escuchándome, y fue minutos después que la pareja que estaba a nuestro se interesó en querer compartir con nosotros sus conocimientos.

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