Los constructores habitacionales del país aún creen que hay personas con capacidad de compra de inmuebles, por ello han aumentado las proyecciones de ventas de este año a 6 mil viviendas, cuando el año pasado cerraron con 5 mil casas colocadas.
Las metas de este sector se basan en el crecimiento de la colocación de crédito hipotecario durante el 2017, que rondó el 16 por ciento y esperan que ese ritmo se mantenga con la disposición de 180 millones de dólares en cartera listos para ser entregados.
El optimismo del sector contrasta con el comportamiento de la caída de la construcción residencial en los primeros tres trimestres del 2017, según los Informes de Construcción Privada del Banco Central. Al menos en el tercer trimestre, la participación de las urbanizadoras disminuyó 10.42 por ciento en comparación con el mismo periodo del 2016.
El presidente de la Cámara de Urbanizadores de Nicaragua (Cadur), Héctor Lacayo, dijo que la construcción se desarrolla cíclicamente, además que las viviendas que más se están construyendo son las de interés social, “son viviendas más pequeñas que se construyen en pocos metros cuadrados”.
Pero las cifras oficiales apuntan que el área de construcción de las viviendas de interés social también registra una disminución entre trimestres a lo largo de enero y septiembre de 2017, aunque crece si se comparan con los mismos lapsos de 2016.