Tomado de la Trinchera de la Noticia.
Monseñor Silvio José Báez no dijo en una conferencia si la decisión papal estaría relacionada con el plan para asesinarlo, revelado a inicios de este mes por la exembajadora de Estados Unidos en Managua, Laura Dogu, quien declaró al diario Indiana Gazzete que antes de concluir su misión el año pasado fue “objeto de un plan de asesinato» junto a figuras opositoras como el obispo Silvio Báez y el exjefe del Ejército Humberto Ortega, hermano del mandatario.
El cardenal Leopoldo José Brenes Solórzano, confirmó que “casi todos los obispos recibimos constantemente amenazas» y que las llamadas no pueden ser rastreadas porque se realizan de teléfonos móviles comprados con esa exclusiva función.
Monseñor Báez es uno de los obispos más cultos y preparados de Nicaragua, exégeta y doctor en Sagradas Escrituras, no vivió el primer gobierno de Ortega, en la década de 1980, porque a sus 21 años, tras la caída del dictador Anastasio Somoza en 1979, se trasladó al seminario de la orden Carmelita en Costa Rica, reveló la agencia AP.
Tras vivir 30 años en Italia volvió en 2009 a Nicaragua, donde el papa Benedicto XVI lo nombró obispo auxiliar de Managua. Lee alemán y habla a la perfección italiano, inglés y francés, y es conocido por su actividad en Twitter, donde tiene más de 142.000 seguidores, en su gran mayoría jóvenes.
El gobierno de Nicaragua no se ha pronunciado hasta el momento sobre la decisión del papa Francisco. Tras el fracaso del primer diálogo, Ortega acusó a los obispos católicos de ser parte de “un plan golpista y terrorista” de la oposición.