Acompañantes de la Casa Hogar atiende a personas con discapacidad con mucho amor, dedicación y comprensión.

Por Marvin Miranda.
Juigalpa-chontales.
Alimentación, terapia y una familia, es lo que se le garantiza a las personas con discapacidad atendidas en la Casa Hogar de la Fundación Ruach, donde las acompañantes brindan su servicio con mucho amor, dedicación y comprensión, ya que la misión es ayudarles en su rehabilitación.

“A parte del cuido que les garantizamos a las (personas con discapacidad), les damos terapias de estimulación y vamos evaluándolos para ver sus avances. Aquí (en la Casa Hogar) reciben estimulaciones, hay un espacio espiritual y paseos a las piscinas de la ciudad”, contó la licenciada Mayela Sequeira Sandoval, acompañante interna.El trabajo inicia con el baño de las personas con discapacidad, luego llega la hora del desayuno, después vienen las estimulaciones, la hora del canto y posterior, el espacio espiritual es bien recibido y por la tarde continúan cumpliendo con lo planificado.

Explica la acompañante interna, que previo al ingreso de una persona con discapacidad, realizan un minucioso estudio social y les presentan los requisitos a los familiares del aspirante, además, deben analizar con un representante legal la documentación y se les deja claro, que ellos también son parte del proceso de rehabilitación.Una vez en la Casa Hogar, al padre o a la madre se les permite llevar a su vivienda al albergado, con el propósito de fortalecer los lazos familiares. Asimismo, deben llegar frecuentemente para conocer los avances de su rehabilitación, el cuido y la protección, sin descuidar fechas importantes como el cumpleaños.

Sequeira Sandoval afirmó, que las cuatro personas con discapacidad que son atendidas en la Casa Hogar, presentan grandes avances y cita como ejemplo, que la mayoría ya avisan cuando van a realizar sus necesidades fisiológicas, pronuncian ciertas palabras y colaboran al momento de vestirse.

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