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Juigalpa-Chontales: Como un efecto del cambio climático, así calificó el ambientalista Bayardo Saúl Vargas, las precipitaciones que caen en diferentes puntos de la región central, que podrían generar afectaciones en la producción de frijol rojo que está saliendo del ciclo de postrera y eso, estimulará encarecimiento en el precio de este grano indispensable en la dieta de los nicaragüenses.
“Hace aproximadamente (60) años aquí en Juigalpa los inviernos eran estables. De tal manera, que en mayo entraba el invierno y en octubre salía, mientras de noviembre a diciembre había un fenómeno que se llamaba el (inviernito) que generaba pequeñas lloviznas”, recordó Bayardo Saúl.
“Ahora las cosas son diferentes, como puede ser un invierno muy copioso, el próximo año se puede presentar el fenómeno del (Niño) y puede generar un invierno extremadamente seco y como lo dije al inicio de la entrevista, son consecuencia del cambio climático”, sostuvo el ambientalista.
De acuerdo al ingeniero Vargas, ya en las comunidades productores de granos básicos está saliendo la cosecha de frijol, pero los pequeños y medianos agricultores tienen dificultades para aporrear el grano debido a la ausencia de sol y atisba, que el fenómeno lluvioso estaría dejando pérdidas.
Debido a la humedad que hay en los pastos, se le hace imposible a aquellos productores enemigos del medioambiente a iniciar con las quemas en los potreros de sus fincas. Sin embargo, admite el ingeniero Bayardo Saúl, que el ciclo de los incendios de pastizales en la zona seca de Chontales ocurre con dureza en los meses de marzo y abril.
Pronostica que el verano 2023 será fuerte y en algunos sectores productivos, principalmente en la zona seca que la integran los municipios de Comalapa, San Francisco de Cuapa, Juigalpa y Acoyapa, se sentirá la ausencia de agua y en ese sentido, motivó a ganaderos, horticultores y agricultores a promover en sus propiedades la cosecha del vital líquido.
Vargas ve como parte del cambio climático la poca capacidad de absorción que tiene nuestro suelo e incluso ríos y quebradas, ya que pueden caer cantidades de agua, sin embargo, uno o dos días después todo está seco. “La verdad es que se nos van cantidades de aguas que no la estamos aprovechando”, insiste el ambientalista.
Considera el ingeniero Bayardo Saúl, que agricultores y ganaderos deberían promover en sus fincas la cosecha de agua que es de grandes beneficios y eso, además, les evitará dificultades durante la temporada seca para garantizar el aguaje de sus reses y el riego de los cultivos.