Tomado de Confidencial.
Román “Chocolatito” González lloró en el ring después del combate ante el mexicano Juan Francisco “Gallo” Estrada. Se sintió ganador del combate, pero los jueces favorecieron con una decisión dividida al azteca, que también se apuntó un triunfo ante los nicaragüenses opositores al régimen de Daniel Ortega, que ven al púgil nica como un símbolo del Gobierno represor.
A nadie le quedó dudas de que fue un gran combate el de la noche de este sábado 13 de marzo en el American Airlines Center de Dallas, Texas, Estados Unidos, quizás el mejor que se verá en el mundo del boxeo rentado este año, pero a muchos sí les pareció un resultado desapegado a la realidad.
El “Chocolatito” (50 victorias, 41 nocáuts, 3 derrotas) mostró el boxeo que le llevó a ser nombrado el Mejor Libra por Libra del mundo años atrás, superó incluso las expectativas de algunos expertos, al enfrentar sin temor a Estrada (42 triunfos, 28 nocáuts, 3 derrotas), que está en un mejor momento boxístico y partía como ligero favorito.
Y las predicciones que daban a Estrada como ganador no fueron desatinadas, el mexicano desplegó todo su arsenal ante el nica, lo golpeó bastante, también resistió los mejores ataques de González, incluso los que le hicieron trastabillar en el cuarto y décimo segundo asalto.
Al final las tarjetas de los jueces fueron: 115-113 y 117-111 a favor de Estrada y 115-113 para González, pero muchos de los expertos en boxeo que asistieron al evento vieron ganador al nicaragüense, atribuyendo mayor contundencia en sus conexiones, pero además las estadísticas de la pelea indican que “Chocolatito” conectó 391 golpes de los 1 317 que lanzó, mientras que el “Gallo” acertó 314 de 1 212.
Pese a lo discutible del resultado, fue un gran espectáculo de parte de los dos, pues después de un primer round de estudio, el resto fue un “dame que te doy”. Del segundo al sexto asalto fue una batalla electrizante, con el “Chocolatito” yendo hacia delante y “El Gallo” contragolpeando de forma magistral y en la segunda parte, si bien hubo algunos asaltos en los que dosificaron energía, nunca dejaron de dar espectáculo.