Por Marvin Miranda.
Punto Noticioso.Com.
“No puedo describir lo que sentí cuando fui testigo de una de las tantas apariciones de la Virgen María al vidente Bernardo Martínez, fue acto divino y jamás me imaginé estar en algún momento de mi vida frente a nuestra (madre santísima). No soy digna de ese privilegio que Dios me concedió”, contó doña María Auxiliadora Martínez.
Martínez fue una de las colaboradoras más cercanas en la parroquia de San Francisco de Cuapa del vidente y aún permanecen en sus recuerdos cuando Bernardo comenzaba a ver las primeras manifestaciones, la Virgen se le iluminaba y creía que las luces habían quedado encendidas o el tejado presentaba daños.
El vidente fue el sacristán de la parroquia de Cuapa por muchos años y de acuerdo a doña María Auxiliadora, desde su corta edad se enamoró del trabajo religioso y así se fue desarrollando hasta que iniciaron las primeras apariciones con la iluminación de la Virgen que estaba en la antigua parroquia.
Las iluminaciones iniciaron el 15 de abril de 1980 y la mañana del 8 de mayo de ese mismo año, Bernardo se sintió triste porque no le llegaba ningún trabajo de sastrería y decidió ir al potrero donde ahora es el Santuario. Ante se fue al rio a pescar unas sardinas y enseguida se dirigió a cortar unos coyoles para un cerdo.
Tomando como referencia el relato, el vidente al llegar al potrero observó a eso de las 3 de la tarde unos relámpagos y al acercarse a un montículo de piedra, miró varios destellos y posterior, se formó una nube que bajó y en medio venía la Virgen. Ante esa divinidad Bernardo cayó de rodillas y quedó viendo a la reyna del cielo.
En ese instante Bernardo Martínez le preguntó ¿Señora quién eres, de donde venís? La Virgen le respondió: “Me llamo María y vengo del cielo”, luego le dice el vidente ¿Qué quieres de mí? Le responde la Virgen: “Reza, reza hijo mío el santo rosario”.