Por Marvin Miranda.
Punto Noticioso.Com
Desempleo, negocios cerrados y ventas por debajo del 20%, son los primeros estragos que se contabilizan en Juigalpa por la crisis sanitaria generada por el coronavirus. Eso provoca más preocupación entre la población cuando las autoridades encargadas de tomar decisiones sobre el tema, guardan silencio sepulcral.
Reynaldo Espinoza, dueño de una concesión de taxis en Juigalpa sostiene, como la demanda del servicio selectivo se viene reduciendo cada día y antes del primer caso de coronavirus en el turno de la mañana reunían entre Un mil 500 y Un mil 800 córdobas. En la actualidad a duras penas llegan a los mil.
“El turno de la tarde a veces no nos deja ni para la comida, porque gran parte del dinero que reunimos lo destinamos a la compra del combustible, lubricantes y la cuota del carro. Si sobra algo, pues llevamos el alimento a nuestras familias”, declaró.
Juan José Alvarado, dueño de una tienda en Juigalpa, explicó como la crisis sanitaria ha venido incidiendo de manera negativa en los establecimientos comerciales formales e informales de la ciudad, obligando a los propietarios a tomar medidas, entre ellas, recortar el personal y buscar la manera de ahorrar en todos los sentidos los servicios básicos.
A través de un recorrido por diferentes negocios de la ciudad, se constató la falta de clientes en los horarios de las 9 a las 11 de la mañana de este lunes. “Hay días que abrimos la tienda y la gente viene sólo a preguntar, pero tenemos la confianza en Dios que neutralizará esta pandemia”, declaró Alvarado.
A criterio del presidente de Cantur en Chontales, José Manuel Flores, en las empresas turísticas hay una pérdida del empleo que supera el 90% y el restante 10%, ha negociado con sus empleadores trabajar por ejemplo, tres días a la semana (viernes, sábado y domingo), otros están laborando medio tiempo.
Flores considera, que el coronavirus tiene espalda a la pared a los sectores económicos del país y la misma población no esconde su temor, tomando sabiamente la decisión de quedarse en sus casas y salir a comprar lo necesario, implementando medidas estrictas de protección.