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El rebrote del coronavirus a provocado una reducción significativa en las ventas de comerciantes ambulantes que ofertan variedad de productos en la terminal de buses del Mercado Central de Juigalpa, donde es notoria la escasez de compradores que en su mayoría llegan de municipios vecinos y comunidades rurales.
Josmari Martínez González, vende accesorios para el cabello, llaveros, cepillos dentales, cortaúñas y rasuradoras, pero desde la última semana de agosto el movimiento económico ha bajado drásticamente. “Estamos vendiendo poco”, afirmó.
Antes del rebrote, Oswaldo Umaña, originario de la comunidad de Las Canoas, carretera Juigalpa-Managua, vendía por día un poco más de 1,500 córdobas y en la actualidad mueve entre 300 y 400. Eso, a su criterio, no es suficiente para sostener su pequeño negocio.
Aunque Umaña trabaja con recursos propios, lo que vende a diario en la bahía del Mercado Central de Juigalpa, no le permite variar la mercadería que oferta y a veces, tiene dificultades llevarle el sustento a su familia, ya que él es la única persona que labora en su hogar.
Miguel Ríos, es dueño de un tramo que está frente a la bahía del Mercado Central de Juigalpa y a cada momento su situación económica se complica, más cuando los cobros llegan y no puede darle la cuota a la financiera que le otorgó crédito para surtir el negocio.
Aseguró, un descenso en las ventas durante septiembre y no logró realizar los uniformes y zapatos escolares, debido a la suspensión del desfile municipal y sólo, por orientación del Ministerio de Educación se desarrollaron en los alrededores de los colegios.
Ríos no cree en el mes de octubre y centra sus esperanzas a finales de noviembre, fecha en que el gobierno les entrega el aguinaldo a los empleados públicos y eso, dinamiza la actividad comercial, por las promociones de primaria y secundaria, además, de los eventos decembrinos.