Dios tomó el control de Juigalpa.

Punto Noticioso.Com
“Chontales…bajo cielos abiertos”, fue el nombre de la gran cruzada sobrenatural que organizaron las iglesias evangélicas aglutinadas en Apenic y CNPEN, contando con una participación histórica y la mayoría llegó a clamarle a Dios para que tome el control de la pandemia del Covid-19 y la restauración de la economía nacional.

Para el reverendo Abel Mendoza, vicepresidente Apenic, era necesario realizar una cruzada de esta envergadura, como un reconocimiento a los habitantes de Chontales, ya que este departamento aporta el 40% de la carne que se consume a nivel nacional y que se exporta al mercado internacional.

A la cruzada asistieron creyentes de Santo Domingo, La Libertad, Comalapa, Juigalpa, La Gateada y El Coral, quienes le clamaron a Dios para que limpie la ciudad, el departamento y la región central, porque a criterio del reverendo Mendoza, hay en este momento cualquier cantidad de personas sufriendo a causa de la pandemia de la Covid-19.

“Sabemos que hay alguien que está por encima de cualquier enfermedad y ese se llama (Jesucristo)”, afirmó el reverendo Abel, al señalar una asistencia que superó los 10 mil evangélicos, los que no llegaron a contagiarse, sino, a decirle a Dios que pare la pandemia.

La ministración de la palabra estuvo a cargo del evangelista ruso, Vadin Pekun, quien al iniciar su prédica le dio la gloria a Dios y enseguida, dijo, que ha visitado varias ciudades de Nicaragua, pero al llegar a Juigalpa sintió algo diferente y exhortó a los presentes a recibir sus milagros.

“Lo que (Dios) a predestinado para Juigalpa ningún diablo, ninguna enfermedad, ningún espíritu del demonio, ninguna maldición, nos separará, porque lo que Dios ha predestinado para esta (ciudad), es establecer su dominio y su embajada”, anunció.

Aseguró Vadin, que al ingresar a Juigalpa escuchó de sus pobladores que el Covid a atacado a muchas personas y luego, le dio lectura al salmo 23: el señor es mi pastor, nada me faltará, en lugares de delicados pastos te hará descansar, junto a aguas de reposo me pastoreará, confortará mi alma, me guará por sendas de justicia por amor a su nombre.

Aunque ande en valle de sombra de muerte. No temeré mal alguno, porque tu estarás conmigo. Tu va y tu cayado me infundirán aliento. Posterior, compartió con los presentes una promesa de Dios. “El Covid a ninguno de ustedes seguirá”.

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