Por Mayra Mercedes Suárez.
Punto Noticioso.Com
El día internacional del libro, celebrado cada 23 de abril como una forma simbólica para la literatura mundial, ya que ese día, pero en 1616, fallecieron: Cervantes, Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega; es utilizado para exponer libros, en las escuelas y bibliotecas se organizan actos culturales o se elaboran murales, pero ¿qué otras realidades trae consigo esta efeméride?
De acuerdo al escritor, poeta y vicepresidente del Clan Intelectual de Chontales, ingeniero Marlon Vargas Amador, esta celebración no solo está orientada a exponer los libros como una herramienta de aprendizaje, sino, reconocer el conocimiento que plasma cada escritor en una obra y sus dificultades históricas para publicar su trabajo, más los retos crecientes en busca de la práctica de la lectura.
“En esta fecha usamos frases repetitivas que no pierden sentido: el libro edifica, educa, construye, nos traslada, eterniza historias y cultura, son un medio para compartir conocimientos; hay tantas características que se les podría atribuir que solo queda continuar en la tarea de no permitir que los libros mueran”, señala Vargas Amador.
Reconoce que el fomento de una buena relación con los libros y la lectura, tiene una larga trayectoria y que los logros más visibles, es la posibilidad de usar medios virtuales para publicar escritos, también, gracias al trabajo de algunas instituciones como el Clan Intelectual de Chontales, cada vez más se deja de concebir la lectura o lo libros, como un privilegio exclusivo de intelectuales.
“Ni los libros son exclusivos para ciertos grupos sociales ni lo es la responsabilidad de fomentar la lectura; la efeméride debe despertar el interés de los distintos sectores para hacer cambios, cuando digo no dejar morir los libros es enfrentar de forma valiente los retos que nos plantea la modernidad, es cierto que nuestros jóvenes han despertado cierta alergia por los libros, pero qué hacer y cómo revertir eso es el tema”, expresa.