Punto Noticioso.Com
El novenario de la Inmaculada Concepción de María culminó con la solemnidad que, como todos los años, sacerdotes de las siete parroquias de Juigalpa la desarrollan en el campo de ferias Prodesa y posterior, sale la procesión hacia la catedral, sin embargo, en esta oportunidad no se realizó.
De acuerdo al vicario de catedral, padre Jairo Calero, este año por orientación de monseñor Marcial Humberto Guzmán Saballos, se adoptó durante el novenario un estricto protocolo de bioseguridad para prevenir a la feligresía de la pandemia de la Covid-19.
El religioso afirmó, que después de valorar las circunstancias sanitarias decidieron no realizar el recorrido de los alteres que las diferentes comunidades católicas ubicaban desde el colegio San Francisco de Asís, hasta la catedral y eso permitió que el 7 de diciembre se sintiese bastante pasivo Juigalpa.
A pesar de las limitaciones, el padre Jairo Calero sostiene, que la participación fue aceptable porque existe una actitud optimista de la feligresía hacia el novenario. “La verdad, hay una entrega confiada a la Virgen de parte de la población y el novenario al igual que la solemnidad, es una fiesta que mueve, debido a que cada nicaragüense la lleva en su ADN”, destacó Calero.
Por su parte, doña Marí Rocha Marín, habitante del barrio Virgen María, de Juigalpa, aseguró, que se unió al novenario para pedirle a la madre del salvador del mundo interceda ante Dios para que la pandemia de la Covid-19 se vaya y a cada familia le dé la sabiduría requerida.
Doña Rosa Betancourt, también participó en la novena de la Inmaculada Concepción de María y su principal petición fue, que la proteja a ella y su familia de la pandemia de la Covid-19, además, que a Nicaragua no venga la nueva variante Ómicron que según los expertos tiene mayor letalidad.