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Un estricto protocolo de protección ante el Covid-19, adopta la dirección del colegio San Francisco de Asís, de Juigalpa desde que inició la pandemia y en el presente año escolar, las medidas no varían y, además, implementan las clases semipresenciales para evitar la aglomeración de estudiantes.
Fray Wilson Omar Rosal, director general del colegio San Francisco de Asís, recordó, que desde el inicio de la pandemia hicieron efectivo un riguroso plan de protección que incluía uso de mascarilla a las personas que ingresaban al centro, lavado de manos, aplicación de alcohol y ubicaron en las entradas alfombras para la desinfección del calzado.
En el presente año escolar, Rosal informó, que dividieron en dos grupos a los alumnos de cada sección y a ellos, les imparten sus clases semipresenciales. “El primer grupo viene a clases lunes, martes y miércoles, el segundo llega jueves y viernes, luego se hace la programación viceversa”, planteó fray Wilson.
Cuando inició el periodo escolar, la dirección del colegio le orientó a los padres de familias que sus hijos deben usar mascarilla, la mayoría portan su alcohol gel y una toallita para secarse las manos después del lavado, porque con frecuencia los maestros motivan a los alumnos que lo hagan.
“Creemos que como gran garantía de llevar adelante el proceso educativo de este (año), gira alrededor de nuestra responsabilidad, de cada una de las instancias de la comunidad y es importante que los padres de familias aconsejen a sus hijos que usen la mascarilla y se laven las manos constantemente”, sugirió fray Wilson Omar.
Isamar Tórrez, tiene a su hijo estudiando en el colegio San Francisco de Asís, de Juigalpa y a ella, le parece excelente las medidas de protección que se están implementando porque los alumnos reciben sus clases bajo el cuidado que han orientado expertos en salud.
Explicó Tórrez, que, al ingresar al colegio, el personal que se encuentra en la puerta principal verifica si el padre o la madre de familia trae mascarilla, luego le toman la temperatura, posterior, le aplican alcohol en las manos y por último pasa por las alfombras para desinfectar el calzado.