Tomado de Multinoticias Canal 4: En Mateare, agricultores de diversas comunidades participaron este 22 de mayo en la presentación que organizó el Inta del Programa Nacional de Producción de Semillas Híbridas de Maíz y Sorgo.
Este programa tiene como objetivo mejorar los rendimientos productivos de estos cultivos mediante el uso de tecnologías agropecuarias avanzadas.
Pavel Carpio, delegado del Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA) en Managua, destacó la importancia de adoptar tecnologías que permitan alcanzar mayores niveles de productividad.
“Para lograr incremento en la productividad debemos adoptar tecnologías agropecuarias que nos permitan alcanzar esos niveles de incremento en las semillas de maíz y sorgo. Pero híbridos, es decir, pasan por procesos de cruzas simples, cruza doble para finalmente llegar a la semilla híbrida “, indicó Carpio.
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El delegado del INTA señaló, que entre las características de estas semillas está su potencial de alta calidad, con rendimientos entre 80 y 90 quintales tanto para el maíz como para el sorgo, lo que es un excelente beneficio para los agricultores.
Se proyectan una producción de 8.2 millones de quintales de maíz
Este año se proyecta una producción a nivel nacional de 8.2 millones de quintales en el rubro del maíz, mencionó Pavel Carpio. El INTA tiene como objetivo ofrecer una alternativa que incremente la productividad y permita obtener mayores rendimientos con estas nuevas variedades de semillas.
Enna Talavera, productora de la comarca Alfonso González de Mateare, expresó su satisfacción con la asistencia técnica que reciben. “Nosotros como productores tenemos asistencia técnica del INTA y de todas las instituciones del Estado para mejorar nuestra producción con semillas mejoradas adaptadas al cambio climático. Aplicamos cada enseñanza para diversificar las parcelas en la siembra y crecer en producción y productividad de cada rubro, ya sea maíz u otros”, comentó Talavera.
Esta iniciativa se enmarca en el inicio del ciclo agrícola 2024, donde los productores están arando y preparando la tierra para comenzar el proceso de siembra de primera. Con estas acciones, se espera un notable incremento en la producción de maíz y sorgo, contribuyendo así a la seguridad alimentaria y al desarrollo económico de la región.