Migración genera secuelas psicológicas a personas que toman esa decisión, afirma profesional de la salud mental.

Por Mayra Mercedes Suárez.
Juigalpa-Chontales.
La migración en busca de mejores condiciones laborales siempre ha sido una realidad en el país, fenómeno que incrementó en las últimas semanas por las secuelas económicas que dejó la crisis, pero ¿qué consecuencias psicológicas deja a los familiares el alejamiento de ese ser querido?

La licenciada Dolores Ayala, psicóloga, explica que los escenarios son distintos en cada hogar donde un miembro emigró y cada caso, debe ser tomado con responsabilidad, sobre todo cuando hay niños o adolescentes de por medio.

“Cuando un ser querido se aparta de nuestra vida es natural que quede un vacío, cómo lo llenemos es el problema. Los niños sienten más esa ausencia, pueden crecer con déficit de atención, sienten que los han abandonado, en edad escolar bajan las calificaciones, se aíslan; los adolescentes pueden comenzar una vida sexual prematura o recaer en vicios”, alertó la experta.

También destacó la carga emocional y física que significa para las abuelas que se hacen cargo de los niños, la madre soltera que emigró o se quedó sin su pareja. Posterior la licenciada Ayala no criticó el actuar de los emigrantes, pero orienta crear un plan y no justificar su ausencia con dinero.

“Algunos padres de familia cometen el error de sustituir el dinero por cariño y dicen: porque estoy en (en Costa Rica, España…) a mi hijo no le hace falta nada; está bien que se esfuercen, cada quien tiene dificultades y sus razones, pero no pierdan la comunicación”, apuntó.

Finalmente recomendó crear una rutina, “ahora es fácil acceder a medios digital, mientras están ausentes, programen video-llamadas diariamente a horas similares, en el resto del día dejen mensajes, cuéntese lo sucedido en el día por muy insignificante que parezca y como siempre, no está demás la ayuda psicológica”, concluyó.

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