Nos dejó el maestro que enseñaba dentro y fuera del aula de clase.

Después de su jubilación el maestro Juan Sánchez, no se desligó de la educación.

Punto Noticioso.Com

En el cementerio de Juigalpa, fueron sepultados los restos del insigne maestro de generación Juan Alberto Sánchez Guevara, un hombre que entregó su vida a la educación y falleció después de pasar varios días ingresado en el Hospital Escuela Asunción y al conocerse la fatídica noticia, generó conmoción en los principales sectores de la ciudad.

Sánchez Guevara entregó más de cincuenta y dos años de su vida a la educación, fue subdirector del instituto Nacional de Chontales “Josefa Toledo de Aguerri”, además, fundador de la Escuela Normal Regional “Gregorio Aguilar Barea” (GAB), de donde se desempeñó como director y fue también, el representante del Comité de Vinculo La Haya/Juigalpa.

Su legado será permanente.

Durante el homenaje póstumo realizado en el auditorio del Instituto Nacional de Chontales, el escritor, historiador y educador, Alexander Zosa Cano, afirmó, que en principio se debe entender la obra del maestro Juan Alberto Sánchez Guevara, en tres grandes “vertientes”: “Su labor pedagógica dentro y fuera del aula de clase, su labor social y su labor ecológica”.

“El legado del profesor (Juan Sánchez) será permanente y por toda esa gestión académica es que fue reconocido a nivel local, departamental y nacional. Por eso, las autoridades de este país le otorgaron la máxima distinción, que es la orden independencia cultural (Rubén Darío) en 2020”, recordó Zosa Cano, quien escribió la biografía del insigne educador.

Recibió varios reconocimientos.

En 2020, la ministra de educación le otorgó la medalla “presidente de la república” por sus más de 52 años de su labor educativa. “Por ese sentimiento y esa acción, es que los habitantes de Juigalpa, nos sentimos conmovidos tras su partido y siempre que llegaba a visitarlo me recibía en su casa con la amabilidad que le caracterizaba al maestro Juan”, destacó el joven educador.

Mencionó el profesor Alexander, que Juan Alberto, en 2017 fue maestro emérito municipal, departamental y posterior, a nivel nacional. Asimismo, recibió una serie de reconocimiento, entre ellos, “Orgullo de mi País” y en ese sentido, diferentes sectores se unieron para darle una merecida despedida.

En la semblanza que publicó Zosa Cano del maestro Juan Sánchez, señala, que su relación con el estudiantado eran más que directrices desde su dirección, el trato amable y franco; la cortesía y el buen hablar eran sus cartas de presentación. ¿Y el Reglamento Escolar? Aunque existía, nunca lo promulgó, no había necesidad, él era ejemplo vivo de cómo ser un educador de tiempo completo.

“Mi padre me dejó varias lecciones”.

El ingeniero Juan Carlos Sánchez, hijo del ilustre educador se mostró muy agradecido con la participación de un alto porcentaje de la población de Juigalpa que se desbordó al homenaje que organizaron distintas expresiones culturales, educativas y autoridades municipales que reconocieron la trayectoria del maestro Juan.

“Mi padre adoró con toda el alma a (Juigalpa) y en todo momento trató de honrarla con lo que hacía y lo que decía. Es impresionante para nosotros como (familia) las muestras de amistad, solidaridad, cariño y acompañamiento desde que mi (padre) presentó descontrol en su salud, eso nos llena de alegría y les expresamos nuestra gratitud a cada uno de los participantes”, expresó el ingeniero Sánchez.

“Yo les agradezco a aquellos que decidieron reconocer en vida la trayectoria educativa de mi (padre) y tengan en cuenta, que cada reconocimiento los disfrutó y los acuñó como tesoros para él. Con sinceridad les digo, que mi padre me dejó lecciones hasta en su lecho de muerte, entre ellas, la sinceridad, la lealtad, la amistad y sobre todo, luchar hasta el último momento”, resaltó el ingeniero Juan Carlos Sánchez.

Sus clases eran majestuosas cátedras.

La ahora licenciada Aydalina Berroterán, es ex alumna del profesor Juan Sánchez, ella asegura: “Lo que soy es gracia a la formación de él, fue una gran persona y me dio clase en el Instituto Nacional de Chontales y en realidad formó a sus alumnos para que fuésemos personas de bien”.

“Le gustaba mucho al profesor (Juan Sánchez) que el alumno interactuará, que se familiarizará con la clase y yo sólo puedo decir que el maestro me dio la asignatura de (Moral-Cívica) y la convirtió en una majestuosa cátedra, siempre nos motivaba a leer y eso nos ayudó a aumentar nuestro conocimiento”, apuntó Berroterán.

Después de la jubilación del maestro Sánchez, no se fue a descansar a su casa y se dedicó a ofrecer charlas, conferencias y participó en simposios, por eso digo, que era “El maestro que enseñaba dentro y fuera del aula de clase. Nosotros lo mirábamos en todas las actividades que se realizaban en Juigalpa”, aseguró el hombre que le escribió su biografía.

Cuando era el director ejecutivo del Comité de Vinculo La Haya/Juigalpa, apoyó fielmente la educación gestionando financiamiento para la construcción de escuelas en las comunidades rurales, casas comunales, proyectos de reforestación, agua potable y otras obras que van a mantener vivo al profesor Juan Alberto Sánchez Guevara.

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