Por Marvin Miranda.
Juigalpa-Chontales.
Será hasta el ocho de abril que los panificadores tomarán una decisión, si le incrementan o no el precio al pan, debido a que los costos de operación cada día los ahoga, citando como ejemplo, la energía eléctrica y el aumento al salario mínimo.
Ya los panificadores de Chontales se reunieron en Santo Tomás. En este encuentro valoraron los incrementos en la materia prima, el pago de la mano de obra y el principal dolor de cabeza, el encarecimiento de la energía eléctrica que en la actualidad tiene manos arribas a los pequeños y medianos empresarios.
El licenciado Gustavo Adolfo Orozco Bermúdez, propietario de Panadería Alisson, recordó, que entre el 2012 y 2013 fue el último aumento que sufrió el pan. Sin embargo, desde esa fecha vienen sorteando la ola alcista de los ingredientes que utilizan para elaborar este producto indispensable en la dieta de los nicaragüenses.
Admitió Orozco Bermúdez, que la mano de obra calificada del sector panificación es cara y escasa, pero con el incremento al salario mínimo la situación se les complica y a partir de la primera quincena de marzo deben aplicar el reajuste aprobado por el Ministerio del Trabajo.
Hasta el momento en Chontales ninguna panadería ha cerrado, pero la mayoría enfrenta serios problemas económicos, e incluso por falta de pago algunos proveedores ya dejaron de suministrarles harina, manteca, levadura y otros productos vitales para la preparación del pan.
Otro factor que le afecta al sector panificador organizado, es la competencia desleal que hacen las panaderías ilegales que existen en los 11 municipios de Chontales, incluido El Ayote y según el licenciado Gustavo Adolfo, no pagan impuestos ni a la DGI, mucho menos a la comuna, tampoco cancelan el salario mínimo, ni tienen a sus trabajadores inscritos al seguro social.