Pobladores de Bilwi vivieron un averno con el paso del huracán ETA.

Tomado de IP-Nicaragua.
Casas colapsadas, sin techo, inundadas de agua y lodo, árboles caídos, personas desaparecidas, vientos con fuerza descomunal y lluvias torrenciales, dejaron la ciudad de Bilwi en ruinas y miles de damnificados al paso del destructivo huracán ETA por Nicaragua.

En la zona rural, aldeas enteras fueron borradas del mapa junto con cientos de árboles que fueron arrancados de tajo, obstruyendo caminos, carreteras y trochas, mientras muchas familias sin ningún apoyo corrieron a refugiarse a las iglesias de sus comunidades, según Sergio Chow Zúniga, miembro del Consejo Regional del Caribe Norte de Nicaragua.

El concejal se mostró horrorizado por la magnitud del desastre provocado por la fuerza de la naturaleza. “Fueron 23 horas infernales, de horror, las que vivimos todos en Bilwi. Muchos hogares perdidos en Wawa, Haulover y en Walpasiksa hay personas desaparecidas. Esas comunidades se perdieron”.

Agregó que algunos se lograron refugiar en casas de concreto y otros no se sabe qué les pasó y los familiares están saliendo en busca de sus parientes desaparecidos. Según información que le enviaron de los territorios, el huracán provocó graves daños en una extensa zona que va desde Cabo Gracias a Dios, en la frontera con Honduras, hasta Kuamwatla.

Entrando al territorio nicaragüense, el fenómeno meteorológico arrasó con todo lo que encontró a su paso, principalmente humildes chozas de familias indígenas que no estaban avisadas ni preparadas para una embestida de la naturaleza tan devastadora.

Es un huracán jamás antes visto, que causó mucho daño. No hay comunicación por tierra ni en el casco urbano de Bilwi desde la mañana del (miércoles); tampoco hay energía eléctrica ni agua potable, porque con la inundación todos los pozos y fuentes de los que se abastece la población están contaminados con heces fecales», apuntó.

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