Tomado de la Voz de América.
CIUDAD DE MÉXICO: Las autoridades migratorias de México lograron disolver una caravana de migrantes que partió de Tapachula, Chiapas, hacia la frontera con Estados Unidos el pasado 6 de junio al entregar documentos para regularizar su estancia en el país a cerca de 7.000 de sus integrantes.
A través de 110 ventanillas, el Instituto Nacional de Migración, otorgó el formato migratorio múltiple, que permite a los migrantes permanecer en México durante 30 días, y así desistieron de continuar con su caminata.
En un comunicado, el Instituto informó que estas acciones están amparadas por la Ley de Migración y su reglamento, y son resultado del diálogo con promotores de dicha marcha y representantes de las personas provenientes de Centroamérica, Venezuela y Haití.
Con ello se evita que los migrantes sean víctimas de criminales que se dedican a la trata de personas o traficantes que los exponen a condiciones de inseguridad en caminatas extenuantes, transportes terrestres, trenes y balsas, agregó.
Irineo Mujica, director de Pueblos sin Fronteras, una organización de ayuda a los migrantes, lamentó que el gobierno mexicano tarde en dar una respuesta y lo haga hasta después que se forman las caravanas. En su opinión se trata de “una táctica de presión que utiliza (el gobierno de México) para obtener recursos de Estados Unidos”.