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María Auxiliadora Moreno Gómez, todavía no sale de asombro como Juan Cristóbal García, luego de un arrebato de celos intentó quitarle la vida y sólo, dos dedos de su mano izquierda le cercenaron y ahora, no puede trabajar para garantizarle a su menor hija el pan nuestro de cada día.
El hecho se registró el domingo 13 de junio en el barrio El Chilamate, de Juigalpa y en horas de la tarde llegó Juan Cristóbal, de 47 años, a la cuartería donde vivía con su mujer, en ese mismo lugar habita María Auxiliadora, la que recuerda como inició el hecho que la marcó para siempre.
“Todos estábamos cenando y de pronto (Juan Cristóbal) llamó a su hijo con quien le mandó una razón a su madre, que llegara al cuarto para que se quedara durmiendo con (él) y como la repuesta fue negativa, el hombre se enloqueció”, contó Moreno Gómez.
Afirma, que de pronto García ingresó como un huracán al cuarto de la víctima armado de un filoso cuchillo y después de varios minutos de forcejear, lograron quitarle el arma blanca, posterior, se presentó con un machete y como estaba frente a su cuarto, al ver al enfurecido hombre salió corriendo y penetró a la casa de una vecina.
La persecución no se hizo esperar y a pesar de la advertencia de la dueña del inmueble, Juan Cristóbal ingresó a la vivienda y en el cuarto donde se había escondido, ahí le propinó varias heridas en su cuerpo y le cercenó los dos dedos que cayeron a la orilla de un ropero.
A María Auxiliadora la mente se le cerró, fue llevada en la ambulancia de la Cruz Roja al Hospital de Juigalpa y hasta el día siguiente se enteró que había perdido sus dedos. Ha mediado de la semana pasada le dieron de alta y la venta de tortilla que ella tenía no está funcionando.
La herida mujer no puede trabajar y solicita el apoyo de las personas de buen corazón, para que le regalen alimentos, dinero para el pago del cuarto que alquila y debido al problema que hubo, la dueña ya le notificó que no le seguirá rentando la habitación.