Por Mayra Mercedes Suárez.
Punto Noticioso.Com
Como ya se ha explicado en entrevistas anteriores, el próximo 11 de julio ocurre el evento anual que celebra el Día Mundial de la Población y su fin, es tomar consciencia sobre temáticas globales relacionadas a la planificación familiar y las consecuencias negativas al no planear de forma responsable el número de hijos que pueda criar una pareja.
Al planificar la familia se crean escenarios para reducir la pobreza, mejorar la salud pública y hasta alcanzar una mayor equidad de género, sin embargo los programas de salud destinados al tema no tienen la suficiente cobertura a pesar del esfuerzo; de acuerdo a la licenciada Vanessa Taisigüe, responsable del Área de Enfermería del Minsa Local, solo aproximadamente 4 mil mujeres demandan algún método anticonceptivo.
Muchos de los consultados calculan que en Juigalpa hay entre 80 mil 100 mil habitantes, si es así, 4 mil mujeres (de distintas edades) usando anticonceptivos representa un porcentaje bajo tomando en cuenta que este Centro de Salud es el más concurrido; pero tampoco se conoce el porcentaje de las que los adquieren en farmacias.
“Como Minsa estamos llamados a informar sobre la planificación en las salas de espera dentro del centro, al momento de la consulta cada área debe motivar a hacer uso de la planificación en cuanto se conoce de la vida sexual activa de una adolescente; disponemos de unos 6 métodos entre inyectables y quirúrgicos, también les explicamos de los pro y contras”, informó la funcionaria.
En la entrevista también mencionó que hay vacíos en la educación, pues la planificación no solo le compete a la mujer y sigue siendo un mito que el hombre se involucre; se encuentran con casos en el que algunas parejas de las féminas no quieren que eviten un embarazo alegando que así se reduce el riesgo de infidelidad (un argumento machista), igual hay métodos para los hombres y por falta de cultura son muy poco usados.
Según la Organización de las Naciones Unidad la planificación familiar es un derecho humano que incluye la creación de programas educacionales, sobre todo en zonas vulnerables y acercamiento efectivo con los adolescentes que apenas inician su vida sexual activa.