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El mundo ha condenado las agresiones de turbas afines al régimen de Daniel Ortega, que este martes agredieron salvajemente a tres periodistas que daban cobertura a misa de cuerpo presente del escritor y sacerdote, Ernesto Cardenal.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) se pronunció ante el ataque y escribió en su cuenta de Twitter que “condena las agresiones físicas en contra de tres periodistas y un camarógrafo (tres hombres y una mujer), el robo de sus equipos y daños a varios vehículos, actos perpetrados ayer, en la Catedral de Managua, por elementos progubernamentales”.
Ya se volvió común que la Policía Orteguista siempre asedie los alrededores de ese templo de Managua, sin embargo, solamente se limitaron a ver las agresiones de la manada de hombres y mujeres que agredían a los reporteros que solamente hacen su labor de informar.
Las enfurecidas turbas, además de profanar Catedral Metropolitana de Managua, interrumpiendo la misa con la ya frase trillada oficialista de “queremos la paz”, robaron a los periodistas sus equipos de trabajo.
Leonor Álvarez, reportera de la sección política del Diario LA PRENSA, fue golpeada, amenazada por las turbas, pero también le robaron su celular y otros accesorios de trabajo. Sin embargo, los colegas periodistas Hans Lawrence, reportero de Nicaragua Investiga y David Quintana, del Boletín Ecológico, pateados, arrastrados por las turbas que actuaron como pandilleros contra los comunicadores, a quienes también les robaron sus pertenencias.
Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), desde su cuenta de Twitter, condenó la invasión de turbas orteguistas a la Catedral de Managua. El organismo también repudió el ataque de los fanáticos del Gobierno contra periodistas independientes que se encontraban dando cobertura a las honras fúnebres del escritor, fallecido a la edad de 95 años.