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Jimmy Henry González, pelotero de los Toros de Chontales, dijo respetar la decisión de los integrantes de la Comisión Nacional de Beisbol Superior, de sancionarlo tres meses por los incidentes registrados el domingo 24 de julio en el Estadio Roque Tadeo Zavala, cuando se enfrentaban al equipo de Granada.
“Si tengo que cumplir los (3) meses los voy a cumplir, pero no estoy de acuerdo con el castigo y buscaré la manera de apelar esa decisión, porque está claro cómo ocurrieron las cosas y en realidad, para (mí) esta noticia ha sido difícil ya que me saca de la liga y de mi carrera”, dijo Jimmy Henry, a Punto Noticioso TV.
“Todo el mundo sabe cómo se registraron los hechos, pero soy (yo) el villano del equipo y a mí me cae todo. Sí (Iván) Hernández conecta un cuadrangular el lanzador del equipo contrario me pega a (mí) un bolazo”, declaró González, quien insistió en apelar la decisión y lo hará de manera personal.
De acuerdo a Jimmy Henry, la notificación del bolazo ya estaba desde el sábado 23 de julio y eso lo sabían los árbitros, sin embargo, el domingo les comunicó que Julio César Raudez (jr) lo iba a golpear y al respeto, no hicieron nada para evitar lo que ocurrió.
“Yo se lo dije a (Jaime Laguna) en el primer juego, nos están pegando bolazos con dos outs y no somos ciegos para ver la mala intención del lanzador de (Granada), pero como (Jaime) no fue arbitro principal en el segundo juego, el que estaba tranquilamente le da la pelota al lanzador después que me golpeó y esto no es así”, comentó González.
Jimmy asegura, que en su escrito de apelación solicitará le apliquen el mismo artículo que favoreció a Ofilio Castro, que incluye una semana fuera de acción y una multa de 1,000 córdobas. ¿Por qué no me aplicaron esa misma medida a mí? Se preguntó el pelotero de los Toros de Chontales.
Reveló Jimmy Henry, que si no hay un veredicto favorable de la apelación que presentará en las próximas horas, no le quedará otra alternativa que buscar oportunidades laborales en otros países e hizo referencia a Costa Rica, aunque trabaja en la academia de Prodesa, pero requiere un complemento económico para asegurar la alimentación de sus hijas.