¿Qué rumbo lleva el país?

Actualmente parece que vamos rumbo al desastre, somos un país fallido, Nicaragua es una sociedad dividida, estamos enfrascados en un eterno conflicto social que los interlocutores políticos actuales ni los antecesores han logrado resolver, parece ser; que estamos condenados a permanecer divididos, los que están arriba y los que están abajo.

Los que gobiernan y los gobernados, los represores y los reprimidos, los que dan las ordenes y quienes tienen que obedecer. Este patrón según la historia no cambia solamente se han sustituidos por actores (ej. Daniel y Somoza), la mayoría de los que llegan a gobernar se enamoran del poder, todos se creen los iluminados y hacen prevalecer sus ideas y sus planes, todos utilizan las instituciones a sus intereses y quieren imponerse a los demás, esto lo obtienen a cualquier precio aunque tengan que alterar la realidad.

Bajo la perspectiva de los ideales por los cuales luchó Sandino sean perdido, los que piensan diferente a los Danielista, sean estos sandinistas primitivos, independientes, apolíticos o políticos activos se sienten inseguros, amenazados porque quienes accedan al poder no quieren abandonarlo y discriminan a los otros (limitando la igualdad de oportunidades y eso es un retroceso social permanente).

El problema está en no conocernos como sociedad, el problema es continuar siendo una sociedad fanática, intransigente, intolerante, partidaria, extremista, excluyente. El problema es que tememos acércanos a la solución; creer que los sandinistas tienen la razón absoluta es un error, lo mismo que la oposición tiene la razón absoluta es un error, igual que no prestar atención a algunos de los planteamientos de ambos grupos o de otros es errado.

Debemos admitir que algunas de las propuestas sociales de los sandinistas son buenas y son aceptadas por la población, lo mismo que los sandinistas deben admitir que el desempeño del gobierno con relación al Estado de Derecho, Seguridad Jurídica, Institucionalidad y el desempeño del Concejo Supremo Electoral son pésimos y atenta contra toda la sociedad y contra la Democracia.

Algunas demandas de los opositores son justas y aceptadas por la población, pero también han cometido errores y han fallado porque han sido incapaces de unirse y este es un clamor nacional, en este sentido pierden el norte y se olvidan de la urgente necesidad de mejorar el rumbo que requiere el país, unidos fueran un muro de contención al Danielismo y además han sido muy superficiales cuando están en posiciones de poder, han pasado por alto la extrema pobreza que existe en el país.

Para resolver los problemas de Nicaragua, para construir una nación viable para todos, hay que sentarse a dialogar todos….. no se requiere ser profeta para afirmar que no prevalecerán íntegramente las propuestas políticas de la oposición ni prevalecerá la oferta de los sandinistas.

Ambas soluciones son excluyentes, extremistas, ambas a veces se alejan del centro político o del espacio social del consenso y ninguna de las dos goza de la aprobación de la mayoría de la población y esto nos conduce a todos a un desastre porque el país está estancado ya que los actores no muestran interés en resolver el problema y el único camino que se avizora es el de la ruina.

El autor es el doctor Pedro José Araúz Robleto. Abogado, político y analista de temas productivos.

Deja una respuesta