Acoyapa-Chontales: Con la bajada de la imagen de San Sebastián, inició en Acoyapa el novenario el cual culminará el sábado 20 de enero con la solemnidad que será presidida por monseñor Marcial Humberto Guzmán Saballos, quien invitó a la feligresía católica a atender el llamado de la conversión, ser discípulos del señor hasta llegar a hacer apóstoles.
La bajada de augusta imagen se realizó en la parroquia de Acoyapa y la eucaristía la presidió el obispo de la Diócesis de Juigalpa, acompañado de los sacerdotes de San Martín de Porres, de Juigalpa, Nelson González, clérigos montfortianos y el canciller padre Ronald Cerda.
Los encargados de bajar a San Sebastián, se lo entregaron a los sacerdotes y ellos, procedieron a depositar la imagen en manos del obispo de la Diócesis de Juigalpa, monseñor Marcial Humberto, mientras el padre de la sucursal del cielo, Yalmer Aragón Martínez, anunció la consagración al patrono de las diferentes comunidades de aquel municipio chontaleño.
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“Debemos vivir el novenario de San Sebastián al estilo de Cristo, escuchando y meditando la palabra. Aquí estamos señor para hacer tu voluntad, asistiendo a cada uno de los días de la novena y estableciendo ese acercamiento con Dios y llevar una vida de entrega”, recomendó el jerarca católico.
San Sebastián es muy milagroso
“De todos los santos que existen, el más milagroso es San Sebastián, es más hasta en el cielo manda y cada día son cantidades de testimonios de sanación que se escuchan no sólo en este tiempo, sino, durante todo el año porque muchos devotos vienen a compartir sus milagros”, declaró don Víctor Manuel Báez, habitante de Acoyapa.
En otro punto de la parroquia, se encontraba el señor Julio Hernández y contó, que los 20 de cada mes celebran a San Sebastián y en diciembre al culminar la misa, la imagen realiza un recorrido por las principales calles de la ciudad de Acoyapa acompañado de una buena cantidad de fieles católicos que llegan a la parroquia de diferentes puntos de la región central.
La fiesta religiosa de Acoyapa, es considerada la más importante después de la celebración de la Virgen de Cuapa, que reúne los 7 y 8 de mayo más de 15 mil promesantes que llegan al santuario diocesanos de distintas partes del país, e incluso, hasta del extranjero asisten.